En la última semana, al menos 130 personas fueron interceptadas y devueltas a Libia, donde es casi seguro que se enfrenten a la letanía de malos tratos, abusos y torturas que se ha documentado ampliamente sucede en los centros de detención libios.
Médicos Sin Fronteras (MSF) condena la negligencia de Italia y Malta para ayudar a los barcos en peligro y la indiferencia de la Unión Europea (UE) y sus Estados miembros ante el creciente número de personas muertas, además de la continua violación de los derechos humanos en el Mar Mediterráneo, e incluso cuando esos mismos líderes e instituciones europeas expresan su más profunda solidaridad con las personas refugiadas que huyen de países devastados por la guerra.
El equipo a bordo del buque de búsqueda y rescate de Médicos Sin Frontears, el Geo Barents, realizó una operación crítica en aguas internacionales durante la tarde del 29 de marzo, en la que rescató a 113 personas de un bote de goma en peligro. Muchas de las personas a bordo del bote a la deriva cayeron al agua durante la operación de rescate y otras quedaron inconscientes debido a la inhalación de combustible. Después de casi dos horas, los 113 sobrevivientes fueron transferidos de manera segura al Geo Barents y recibieron atención médica.
«Cuando estaba en el bote de goma, el piso se derrumbó y el agua entraba«, dice Jean de 17 años, de Guinea Conakry. «Salté al mar porque estaba en pánico. Intenté todo lo que pude para mantenerme con vida, pero comencé a ahogarme. Alguien del equipo de rescate me sacó del agua, pero después de eso no recuerdo nada porque estaba inconsciente».
«Nuestro equipo médico trató a muchas de las personas sobrevivientes por hipotermia y algunos casos graves que necesitaron ventilación inmediata y oxigenoterapia debido a la intoxicación por combustible«, explica Caroline Willemen, coordinadora del proyecto de MSF a bordo de Geo Barents. «La mayoría de los sobrevivientes están psicológicamente traumatizados como resultado de su tiempo en el mar, el estado del bote y la naturaleza crítica del rescate. Un tercio de los supervivientes son menores no acompañados, varios de ellos menores de 15 años». El Geo Barents está actualmente a la espera de que se asigne un puerto para desembarcar a todos los supervivientes en un lugar seguro.
El 31 de marzo, dos días después del rescate realizado por el Geo Barents, cuatro niños y siete mujeres fueron encontradas muertas en un bote de goma abarrotado después de pasar varias horas a la deriva frente a las costas de Libia, según lo que se sabe hasta ahora. Los 126 pasajeros restantes fueron interceptados por la guardia costera libia seis horas después de que se emitiera la llamada de socorro. Todas las personas sobrevivientes fueron devueltas a Libia, de donde habían intentado huir, y lo más probable es que ahora estén detenidas.
Dos días después, el 2 de abril, más de 90 personas murieron después de al menos cuatro días en el mar mientras intentaban cruzar a Europa. Las causas exactas de su muerte se desconocen. Cuatro personas sobrevivieron y fueron rescatadas por el petrolero comercial Alegría 1.
El equipo de Médicos Sin Fronteras a bordo del Geo Barents, que monitorea la región en busca de barcos que necesitan rescate, escuchó una conversación de radio en la que un avión de labores de búsqueda y rescate dio instrucciones al petrolero para realizar el rescate. El equipo de MSF se puso en contacto de inmediato con Alegría 1 para ofrecer asistencia médica a las y los sobrevivientes, solicitar que cumpliera con las obligaciones legales y marítimas y que se transportara a las y los sobrevivientes al lugar seguro más cercano. El Alegría 1 ignoró las solicitudes de MSF y continuó su camino hacia Libia.
«Nuestras repetidas ofertas para proporcionar asistencia a los cuatro sobrevivientes y nuestra petición de no devolver a la gente a Libia no fueron escuchadas», dice Willemen. «Estas personas huyeron del infierno de Libia y luego presenciaron la muerte de docenas de sus compañeros mientras navegaban a la deriva durante varios días en el mar sin ninguna ayuda. Después de este calvario inimaginable, han sido condenados a ser devueltos a Libia, volviendo a entrar en el círculo vicioso de violencia, extorsión y abuso del que intentaban escapar».
Haciendo un llamado a la UE para que actúe, Willemen dice: «Instamos a Frontex y a otros aviones y buques europeos presentes en la zona a que revelen las circunstancias de estos trágicos acontecimientos. La retirada de la UE y sus Estados miembros de las operaciones de búsqueda y rescate en el mar Mediterráneo y su apoyo a la guardia costera libia están en la raíz de las muertes y violaciones de los derechos humanos que se producen en el Mediterráneo central. ¿Cuándo Europa pondrá fin a esto y asumirá sus responsabilidades de proteger vidas en lugar de fronteras?«