COVID-19: La UE debe dejar de bloquear los esfuerzos de otros países para proteger a sus poblaciones

Mayo de 2021Albert Masias/MSF

La OMC celebra mañana y pasado una reunión sobre la propuesta de suspensión de las patentes que apoyan 107 países.

Madrid / Ginebra, 7 de junio de 2021

Denunciamos que la Unión Europea y países como Reino Unido, Suiza y Noruega emplean tácticas dilatorias frente a la propuesta de suspensión de la propiedad intelectual de tecnología médica COVID-19. En lugar de acordar el inicio de las negociaciones formales sobre esta exención vital cuando el COVID-19 ya ha matado a más de 3,7 millones de personas en todo el mundo y se dan grandes desigualdades en el acceso a las herramientas médicas del COVID-19, estos países siguen bloqueando la iniciativa. Lanzamos esta alerta en vísperas de la reunión los días 8 y 9 de junio en la Organización Mundial del Comercio (OMC) que abordará la histórica propuesta de exención del monopolio de las patentes durante la pandemia —la llamada ‘exención ADPIC’ (Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio)—. El pasado viernes, la UE publicó una contrapropuesta centrada en las «licencias obligatorias», que no aporta nada nuevo y que no es más que una maniobra para paralizar el proceso de negociación de la exención.

Si se adoptara la exención, esta proporcionaría a los países un espacio político esencial para abordar las barreras de propiedad intelectual con el fin de aumentar la colaboración en la investigación y el desarrollo, la fabricación, la ampliación y el suministro de medicamentos, vacunas y otras tecnologías sanitarias frente al COVID-19. La suspensión temporal de los monopolios ayudaría a allanar el terreno de juego en esta pandemia y garantizaría el acceso a herramientas médicas críticas frente al COVID-19 para todos los que las necesitan, independientemente de su lugar de residencia.

«En los últimos meses, hemos sido testigos impotentes de cómo el personal sanitario de países como India, Perú y Brasil hacía todo lo posible por atender a los enfermos de COVID-19″, señala la Dra. María Guevara, nuestra Secretaria Médica Internacional. «Sus sistemas sanitarios estaban al borde del colapso y era muy difícil proporcionar cualquier terapia de apoyo a los pacientes con coronavirus en estado crítico en los hospitales, ya que los concentradores de oxígeno, los ventiladores y los medicamentos siguen siendo escasos. Además de las vacunas, el mundo necesita urgentemente acceder a nuevas terapias y diagnósticos para reducir las hospitalizaciones y las muertes en esta pandemia. Los gobiernos deben hacer todo lo que esté en su mano para garantizar que todos los países tengan más oportunidades de salvar el mayor número de vidas posibles«.

Los gobiernos que copatrocinan la iniciativa de suspensión han presentado recientemente una propuesta revisada a la OMC en la que se describe su alcance y duración, con el objetivo de avanzar en las negociaciones formales basadas en textos concretos. Un número creciente de países (63 a día de hoy) copatrocinan la exención y más de 100 estados la apoyan. Recientemente el bloque de los países de economías emergentes BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) ha manifestado su apoyo y ha acogido con satisfacción la exención en general. Brasil, sin embargo, sigue siendo reacio a declarar su respaldo total a la propuesta de exención, definiendo su posición como «abierta a la discusión», pero al mismo tiempo presionando para que se prolongue el plazo de negociación.

Tras el anuncio del 5 de mayo de EE. UU. en favor de la propuesta y en el que expresaba su voluntad de entablar negociaciones formales basadas en un texto, muchos más países han mostrado su interés en avanzar en las discusiones. Sin embargo, la UE se ha negado hasta ahora a entablar debates productivos y sigue abogando por medidas voluntarias por parte de las empresas farmacéuticas; medidas que, hasta ahora, han tenido un éxito muy limitado. La UE también ha insistido en que los países recurran a una medida de salud pública ya existente —las licencias obligatorias para anular las patentes producto por producto— para facilitar la producción herramientas médicas individuales frente al COVID-19, en lugar de una exención que aborde todas las barreras de propiedad intelectual por adelantado.

Licencias obligatorias, ineficientes en una pandemia

Llevamos mucho tiempo abogando por el uso de licencias obligatorias para garantizar que los países se beneficien del efecto de reducción de precios que provoca la competencia con los productores de genéricos y para aumentar, así, el acceso a los medicamentos esenciales. Sin embargo esta vía no es eficiente en condiciones de pandemia. Los obstáculos legales, la presión de las farmacéuticas y los trámites burocráticos la hacen demasiado compleja y lenta para abordar los desafíos en una situación como la actual. La propuesta de exención de los ADPIC proporcionaría a los países una forma eficaz y rápida de eliminar por adelantado las principales barretas de propiedad intelectual, en lugar de esperar a que aparezcan los obstáculos para pasar a la acción.

«La continua insistencia de la UE en el empleo de las licencias obligatorias en su contrapropuesta como excusa para oponerse a la ‘exención de los ADPIC’ original no es sincera y pone en peligro la salud pública a nivel mundial«, afirma Dimitri Eynikel, asesor de políticas de la UE de nuestra Campaña de Acceso. «Al centrarse solo en las licencias obligatorias, la UE está promoviendo una salvaguarda que solo permite eludir las patentes, pero no todas las barreras de la propiedad intelectual. Las licencias obligatorias son menos eficaces que la exención propuesta en el seno de la OMC. Los países necesitan contar con todas las opciones a su disposición para fomentar la fabricación de herramientas médicas de COVID-19 frente a una pandemia que causa estragos. La UE y otros estados que se oponen a esta exención deben dejar de bloquear los esfuerzos de otros países para proteger a sus poblaciones en una emergencia de salud pública».

Mientras tanto, son numerosos los miembros del Parlamento Europeo que se esfuerzan por conseguir apoyo para la propuesta de exención. El mes pasado, el Parlamento Europeo adoptó una resolución sobre el fin de la epidemia de VIH/SIDA para 2030, en la que se hacía un claro llamamiento a apoyar la propuesta de exención de los ADPIC. Se espera que el Parlamento Europeo vote una resolución específica de apoyo a la propuesta de exención entre el 7 y el 10 de junio. La próxima semana también tendrá lugar una cumbre de los jefes de Estado de los países del G-7, muchos de los cuales se resisten a la suspensión. Los líderes del G-7 deberían, en un momento crítico de la pandemia como el actual, tomar medidas concretas para mostrar una solidaridad mundial y apoyar esta importante exención de los monopolios.

«Con la aparición en muchos países de variantes del virus nuevas y más transmisibles, no podemos permitirnos el lujo de retrasar la adopción de esta exención y de otras estrategias en favor de una solución global. Necesitamos aumentar la producción y la diversificación del suministro de forma que las herramientas médicas de COVID-19 sean accesibles y asequibles para todos«, reclama Guevara.
 

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