El sábado se produjo un tiroteo en Kumba, en el suroeste de Camerún. Médicos Sin Fronteras lanzó un plan para atender al gran número de víctimas, respondiendo con nuestro servicio de ambulancia y atención quirúrgica en el Hospital General Presbiteriano (HGP) de Kumba.
Médicos Sin Fronteras recibió un total de diez pacientes de entre 10 y 15 años. De estos pacientes, cinco fueron derivados a otros hospitales para recibir tratamiento especializado a través de nuestro servicio de ambulancias; cuatro continúan recibiendo tratamiento en el HGP; y, trágicamente, un paciente fue declarado muerto a su llegada.
“Como organización médico-humanitaria, lamentamos la trágica pérdida de vidas en la comunidad de Kumba. Este ataque, que vio a niños baleados mientras asistían a la escuela, fue un acto indecente y repudiable. Las estructuras civiles, incluidas escuelas y hospitales, no deben ser objetivos”, dijo Alberto Jodra Marcos, Coordinador de Emergencias de Médicos Sin Fronteras en el suroeste de Camerún.