Desde el jueves 8 de agosto, Adén, la capital de Yemen, está en estado de guerra: feroces combates entre diferentes grupos armados se están librando en la ciudad.
En menos de 24 horas, hemos atendido a 119 personas en nuestro hospital, 62 de los cuales tuvieron que ser hospitalizados con urgencia.
Mientras, los heridos continúan llegando, el aeropuerto está cerrado y la ciudad está totalmente paralizada.
«La mayoría de los heridos son civiles atrapados en los combates, probablemente víctimas de fuego de mortero o balas perdidas. Hemos tratado a una mujer con herida de bala y que estaba embarazada de 8 meses. Además, al menos cinco personas murieron antes de llegar al hospital, incluido un niño”, explica Caroline Seguin, nuestra coordinadora de programas en Yemen.
«La ciudad es un campo de batalla. Escuchamos el sonido de disparos con armas pesadas y los tanques transitan por las calles», describe.
«Nuestro hospital está abrumado. Nuestros equipos están trabajando las 24 horas para atender a las muchas personas heridas por los combates, y no podemos transferirlos. La ciudad está paralizada y algunos miembros del personal no pueden llegar al hospital, porque los combates son realmente feroces y las vías de acceso a la ciudad están cortadas. En este contexto, nos preocupa no poder llevar los suministros al hospital», continúa Caroline Seguin.
Además del aeropuerto cerrado, los enfrentamientos también amenazan el puerto de Adén. Es el único completamente funcional del país, y por él pasan las importaciones y parte de la ayuda humanitaria, incluida la que enviamos.
«Si la situación continúa deteriorándose y Adén sigue paralizado, también existe el riesgo de un impacto en los precios y, en consecuencia, el acceso de las personas a productos en todo el país, en un contexto de inflación ya existente», describe.
El 1 de agosto, nuestros equipos ya se habían enfrentado a una afluencia masiva de heridos después de dos ataques en diferentes partes de la ciudad. 16 personas fueron hospitalizadas.
Nuestro hospital en Adén fue inaugurado en 2012 y está en el centro de la ciudad. «A pesar de los combates, el hospital sigue abierto y en pleno funcionamiento. Los equipos continúan atendiendo a las docenas de personas heridas en esta nueva ola de violencia que ha estallado en Adén», dice Caroline Seguin.