A través de nuestra Fundación MSF, una entidad creada por Médicos Sin Fronteras (MSF) dedicada a la innovación, hemos recibido una subvención del Desafío de Impacto de la Inteligencia Artificial de 1,16 millones de euros (1,3 millones de dólares estadounidenses) destinada a desarrollar una aplicación para teléfonos inteligentes que ayude a los médicos y técnicos de laboratorio a identificar y diagnosticar la resistencia a los antibióticos en contextos y países de bajos recursos.
La aplicación, conocida como ‘ASTapp’, usará el procesamiento de imágenes y tecnología de inteligencia artificial para facilitar a microbiólogos no expertos, a interpretar las pruebas que miden la resistencia a los antibióticos. Esto ayudará a los médicos a decidir el mejor tratamiento y a garantizar que los pacientes reciban los antibióticos más adecuados.
La resistencia a los antibióticos ha sido reconocida como un desafío internacional para la salud pública, y se prevé que sea la principal causa de muerte a nivel mundial en 50 años. Uno de los principales problemas que alimentan la resistencia es la dificultad de identificarla en algunas partes del mundo que carecen de laboratorios de diagnóstico o de la capacidad de interpretar las pruebas de antibiogramas.
Estas pruebas determinan la susceptibilidad de las bacterias a los medicamentos antimicrobianos disponibles y requieren la interpretación de microbiólogos, escasos en entornos de bajos recursos. Esto significa que los resultados de los antibiogramas proporcionados a los médicos a menudo no reflejan con precisión la sensibilidad o resistencia de los pacientes a los antibióticos, lo que lleva al uso de antibióticos de amplio espectro y a un tratamiento inadecuado que no se adapta a la sensibilidad específica de cada paciente y al perfil de resistencia.
Nuestra Fundación MSF, una entidad a través de la cual financiamos y administramos proyectos de tecnología e innovación para mejorar la atención de los pacientes, comenzó a trabajar en el desarrollo de la ASTapp en 2018.
Esta aplicación se ofrecerá a nuestro personal y a otros profesionales médicos. Su principal ventaja es que no requiere conexión a internet para leer e interpretar la resistencia a los antibióticos. En concreto, permitirá que personal no experto en dicha resistencia pueda analizar imágenes de antibiogramas en teléfonos inteligentes o tabletas y asesorar a sus colegas para el tratamiento más adecuado del paciente.
‘ASTapp’ también podría utilizarse para recopilar datos y contribuir a los esfuerzos de vigilancia y monitoreo de la resistencia en todo el mundo. Esto se alinea con las prioridades de la Organización Mundial de la Salud, como el Sistema Mundial de Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos (GLASS).
Se espera que el desarrollo de la primera versión de ‘ASTapp’ tarde unos cuatro meses. Antes de promocionar la herramienta, el equipo evaluará su rendimiento, que durará entre 8 y 12 meses. El equipo también recopilará cualquier problema relacionado con la aplicación y capacitará al personal para que la use en distintos proyectos en todo el mundo. Se espera que el período total entre la fase de desarrollo actual y la ampliación completa sea de tres años.
‘ASTapp’ se probará en nuestros laboratorios de terreno, empezando en Amán, Jordania, durante el último trimestre de 2019.
La resistencia a los antibióticos se encuentra en todos los lugares donde hemos hecho pruebas, pero prevalece especialmente en Oriente Medio debido a la gravedad de las heridas que tratamos y a la amplia disponibilidad de antibióticos de venta libre.
Después, ‘ASTapp’ se implementará progresivamente en otros laboratorios a lo largo de 2020, incluidos los que tenemos en Yemen, Liberia, Mali, Haití y República Centroafricana.