Esta es la décima, y la más grave, epidemia de Ébola en la República Democrática del Congo desde que se descubrió el virus en 1976, cerca del río Ébola, en una región que en aquel entonces se llamaba ‘Zaire’. Cuarenta años después, a pesar de una movilización masiva y coordinada por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Ministerio de Salud congoleño y organizaciones como MSF, el mortal virus todavía se está propagando.
Las ubicaciones urbanas que se verán afectadas próximamente son la ciudad de Butembo, Kalenguta (25 km al norte), y Katwa (30 km al este). En todos estos lugares se ha visto un aumento en los casos confirmados de Ébola, así como algo de resistencia por parte de la comunidad. Por ahora, el número de casos en el centro de la ciudad de Butembo es bajo, pero están aumentando rápidamente en sus suburbios orientales y en los distritos aislados más remotos.
«Estamos muy preocupados por la situación epidemiológica en el área de Butembo», dijo John Johnson, coordinador del proyecto de MSF en Butembo. “Ahora sabemos que este brote durará y que debemos aumentar nuestros esfuerzos para controlarlo. En conformidad con las autoridades, hemos tomado la decisión estratégica de realizar nuestras actividades cerca de las poblaciones afectadas y organizar la capacitación de personas clave en la comunidad para poder llegar a los pacientes y sus familiares«.
Nuestros esfuerzos para llegar a las personas con casos sospechosos de Ébola que viven en zonas aisladas han tenido un éxito inicial. Se están reportando nuevos casos en estas áreas y los pacientes están siendo llevados a Butembo, donde MSF gestiona un centro de tratamiento de Ébola en colaboración con el Ministerio de Salud. El número de camas en el centro de Butembo recientemente fue aumentado a 64.
Mientras tanto, en MSF hemos reforzado nuestras actividades para descontaminar los centros de salud y vacunar a los trabajadores sanitarios en la primera línea para ayudar a contener la epidemia. Hasta el momento, 2.000 de estos trabajadores han recibido la vacuna contra el Ébola.
En Mangina, donde comenzó la epidemia, no se han reportado nuevos casos desde hace varias semanas. «Deberíamos poder terminar nuestras actividades en el centro de tratamiento dentro de poco», explicó Axelle Ronsse, coordinadora de la respuesta de MSF al Ébola.
En Beni, el número de casos semanales se mantiene estable. Sin embargo, nuevos casos siguen confirmándose a diario. «Para luchar contra esta epidemia hemos intensificado nuestras actividades médicas y sanitarias con la apertura de un centro de tránsito con capacidad de 48 camas que aún sigue ocupado», dice Ronsse. “También, por ejemplo, realizamos descontaminaciones en los centros de salud donde han estado pacientes con casos confirmados. Pero nuestras acciones no se limitan a respuestas reactivas: hemos aumentado nuestras capacitaciones a profesionales sanitarios y la sensibilización dentro de las comunidades sobre prácticas de higiene. Cuatro meses después de que iniciara la epidemia, seguimos movilizados y atentos ante los nuevos desarrollos «.
Antoine está a cargo de las actividades de promoción de la salud en el centro de tratamiento de Ébola en Butembo. «Mi trabajo diario es vital para hacer frente a la epidemia», explica. “Queremos alentar a las personas a que vengan y sean tratadas lo más rápido posible. También difundimos el mensaje de que es posible recuperarse del Ébola. Le pedimos a todos los sobrevivientes que salen de nuestro centro que se conviertan en embajadores y sensibilicen a la población al contar su historia. Algunas personas que ahora son inmunes al virus pueden a su vez brindar una valiosa ayuda, particularmente cuidando a los niños que han sido asilados de sus familias. Al trabajar juntos podremos vencer esta epidemia. Nos concierne a todos”.