Mohammed Hussein, de 27 años, aún no puede cargar a su bebé recién nacido en sus brazos. El año pasado, combatientes del Estado Islámico (EI) emboscaron su automóvil cerca de la frontera entre Irak y Jordania. Sus dos piernas se fracturaron y sufrió una lesión nerviosa severa en una de ellas. «Fui afortunado porque aún me queda una pierna funcional», dijo. Cuatro de sus amigos murieron en el ataque. Mohammed logró escapar y esconderse. «Quemaron nuestro auto. Activé el GPS de mi teléfono y grabé un mensaje de voz para mi familia. Pensé que iba a morir.»
Durante más de un año, Mohammed ha estado entrando y saliendo de hospitales en todo Irak. Tras dos cirugías mayores a las que fue sometido más tarde, está recibiendo atención de rehabilitación posquirúrgica en el centro de MSF en Bagdad.
El BMRC es la única instalación de salud en la gobernación de Bagdad que ofrece atención de rehabilitación integral, la cual, incluye apoyo físico y psicológico a las víctimas de guerra heridas por explosiones de bombas y disparos. Existe una marcada ausencia de tales servicios en el país, donde las instalaciones de salud han sido severamente dañadas después de años de guerra. Desde su apertura en agosto de 2017, más de 150 pacientes han sido tratados en el BMRC por un equipo de 70 médicos, enfermeras, fisioterapeutas y psicólogos.
Pacientes como Mohammed provienen de diferentes regiones de Irak y son derivados al BMRC por oficiales de enlace médico de MSF, quienes regularmente visitan los hospitales públicos de Bagdad en busca de pacientes que necesiten atención especializada.
Heridas de guerra abiertas
En diciembre de 2017 Irak declaró el fin de la guerra contra el Grupo Estado Islámico. Sin embargo, la destrucción de la infraestructura publica después de décadas de guerra ha dejado a muchas personas lesionadas sin servicios adecuados de rehabilitación posquirúrgica.
Las heridas de guerra regularmente tienen como resultado disfunciones y discapacidades a largo plazo. La insuficiente atención de enfermería especializada, el dolor no tratado y la falta de apoyo psicológico pueden provocar complicaciones médicas y aumentar el sufrimiento de las personas.
«La fisioterapia temprana es la clave para sanar completamente y recuperarse después de múltiples cirugías. Tiene un impacto en las primeras etapas de la rehabilitación, fortalece las extremidades debilitadas y heridas del paciente, previene posibles contracturas y, finalmente, restaura la movilidad «, explica Renata Beserra Xavier, directora de fisioterapia de MSF en el BMRC.
Sanando cuerpos y mentes
Los cuidados psicológicos van de la mano con la fisioterapia: es vital ayudar a los pacientes a recuperarse de los traumas mayormente experimentados durante los conflictos pasados. Desde que las actividades iniciaron en el BMRC, 163 pacientes se han unido a las sesiones de terapia de apoyo psicológico individual o grupal y los equipos de MSF han realizado 1.617 sesiones de seguimiento. De igual manera, gestionan servicios de terapia ocupacional y de arte.
“Los equipos de salud mental apoyan a los pacientes durante su estadía en BMRC. Abordan cuestiones relacionadas con los eventos traumáticos que nuestros pacientes atravesaron y con la atención médica y rehabilitación diaria, que pueden durar meses «, describió Saima Zai, directora de salud mental del BMRC. «Recuerdo que una niña de 11 años ingresó a fisioterapia y estaba aterrorizada por una nueva cirugía que iba a enfrentar. El equipo de salud mental la ayudó a ella y a su madre a lidiar con la situación y ambas se sintieron aliviadas al final de la primera sesión «.
“En Medio Oriente es difícil tener acceso al apoyo de salud mental en hospitales públicos. Aún existen muchos estigmas sobre ello”, explica Saima Zai, una psicóloga de Pakistán que trabajó previamente para MSF en Mosul, Irak, y en Amman, Jordania.
Un proyecto único en Irak
Tras décadas de guerra, Irak se enfrenta a una alta incidencia de infecciones postoperatorias, particularmente en las heridas de guerra tratadas bajo condiciones inadecuadas debido a la falta de instalaciones de salud funcionales. La mayoría de estas infecciones son resistentes a múltiples medicamentos debido a un diagnóstico inadecuado y la posterior prescripción excesiva de antibióticos.
El control de infecciones de alta calidad del BMRC y su experiencia en el tratamiento y la resistencia a los antibióticos, la convierten en una iniciativa única en Irak. Los pacientes reciben un diagnóstico específico para el uso de antibióticos, basado en exámenes médicos, como muestras óseas y pruebas de sensibilidad, con el propósito de garantizar que reciban la mejor atención posible.
Para casos médicos o quirúrgicos complejos, como infecciones óseas, los pacientes de BMRC pueden ser derivados al proyecto de Cirugía Reconstructiva de MSF en Amman, Jordania, donde se han realizado más de 11.000 cirugías en los últimos 10 años a pacientes de Siria, Libia, Yemen y Palestina.