El conflicto en el estado de Borno empezó en 2009 cuando Boko Haram llevó a cabo varios ataques en el noreste de Nigeria. En el 2014, el grupo armado controlaba vastas áreas del territorio de Borno, lo que provocó un desplazamiento masivo de población.
En 2015, Nigeria escogió a un nuevo presidente que anunció que retomaría el control de todo el territorio ganado por Boko Haram. Desde entonces, el ejército de Nigeria ha aumentado sus operaciones y mantiene combates activos con Boko Haram por todo Borno, incluyendo ataques en las áreas controladas por el grupo armado. Esta escalada del conflicto ha causado todavía más desplazamiento de población, sobre todo hacia Maiduguri, la capital del estado, cuya población se ha doblado con la llegada de desplazados; actualmente, alrededor de 2 millones de personas viven en la ciudad y sus alrededores.
El ejército también ha retomado varias localidades fuera de Maiduguri, y viviendo bajo control militar, esta población tiene pocas o ninguna posibilidad de moverse. El gobierno ha reiterado su intención de que el ejército controle todo Borno en un futuro inminente, así que los combates pueden seguir afectando a grandes áreas del estado, afectando a un número incierto de personas. En las áreas fronterizas, el ejército de Nigeria recibe ayuda militar de los países vecinos Chad, Camerún y Níger.
Según datos de la ONU, como resultado del conflicto, 2.6 millones de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares en Borno, de los cuales 1.8 son desplazados internos en el noreste de Nigeria, incluyendo 1.1 en Maiduguri. Además, 4.4 millones de personas viven en situación de inseguridad alimentaria en el noreste del país, y 480.000 niños sufren desnutrición aguda severa en los cuatro países que bordean el lago Chad: Nigeria, Camerún, Chad y Níger.
En el estado de Borno, más del 40% de las estructuras de salud han sido destruidas; muchas de ellas han sido quemadas durante el conflicto armado.
Actividades de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Borno
MSF gestiona varias estructuras médicas en seis localidades de Borno y hace visitas regulares a otras cinco ciudades:
En Maiduguri, la intervención de MSF se centra en la salud materna e infantil. En el distrito de Gwange, la organización gestiona un centro de nutrición terapéutica intensivo –donde se ingresan los niños con desnutrición aguda severa y complicaciones médicas graves– de 110 camas de capacidad, y dos centros de salud en los distritos de Maimusari y Bolori. Un equipo móvil también lleva a cabo distribuciones de alimentos y ofrece atención médica y nutricional, así como vacunación, en cuatro campos de desplazados no oficiales.
En Monguno, en el norte del estado, se calcula que viven 225.000 personas, incluyendo 68.000 desplazados viviendo en nueve campos y 60.000 más, con la comunidad. Durante un año, la ciudad no tuvo prácticamente ningún servicio de salud, ahora trabajan varias organizaciones y MSF se centra en la provisión de atención de salud secundaria.
En Damboa, en el sur del Borno, se estima que hay 88.000 personas, la mayoría desplazados de los alrededores. MSF proporciona atención primaria de salud y nutricional en la ciudad. Actualmente, MSF trata a unas 2.200 personas por semana. Las enfermedades más comunes son la malaria, las infecciones respiratorias y los problemas gastrointestinales.
En Benisheikh, en el oeste de Borno, MSF lleva cabo un programa nutricional en tres zonas de la ciudad. La mayoría de los niños siguen el programa de forma ambulatoria, pero los que lo necesitan son internados en el centro de nutrición terapéutica intensivo instalado por MSF. La organización también ha puesto en marcha una pediatría y está trabajando para abrir una maternidad pronto.
Por otro lado, MSF también está trabajando en Gwoza y Pulka, dos localidades que actualmente solo son accesibles con helicóptero. En Gwoza se calcula que hay unos 45.000 desplazados, viviendo en los últimos edificios que no han sido destruidos, entre ellos la escuela. MSF gestiona el programa nutricional y, conjuntamente con UNICEF, la provisión de salud primaria. La mitad de los niños testeados dan positivo de malaria. MSF también trabaja para mejorar el acceso al agua potable; actualmente, los desplazados deben pagar por ella. MSF ha empezado a trabajar en Pulka en octubre, donde se calcula que viven al menos 30.000 personas y donde no hay ningún otro actor médico.
Visitas regulares a cinco localidades
MSF hace visitas regulares a otras cinco localidades de Borno: Bama, Dikwa, Banki, Ngala y Gambaru.
Bama, que una vez fue la segunda ciudad más poblada de Borno, está ahora bajo control militar. Alrededor de 8.000 personas viven un campo de desplazados situado dentro del recinto del hospital. Fuera del campo, la ciudad está vacía. La situación catastrófica que vio MSF en junio ha mejorado con distribuciones regulares de comida, incluidas las llevadas a cabo por MSF, y la provisión de atención médica y nutricional en el campo.
En Dikwa, también bajo control militar, se estima que hay alrededor de 70.000 desplazados, la mayoría viviendo en campos improvisados. La última visita de MSF fue el 26 de octubre. Durante cuatro días, los equipos llevaron a cabo varias distribuciones de alimentos y artículos de primera necesidad. Además, realizaron evaluaciones nutricionales y proporcionaron atención primaria de salud y tratamiento preventivo contra la malaria.
Por otro lado, equipos de MSF desde Camerún están prestando atención médica a la población de Banki desde julio. La población estimada de Banki es de 20.000 personas, la mayoría desplazados viviendo en campos controlados por el ejército que dependen totalmente de la ayuda externa para comer, beber y recibir atención sanitaria. La última visita de MSF fue en octubre. La situación estaba empezando a mejorar pero las tasas de mortalidad seguían siendo preocupantes.
Los equipos de Camerún también están asistiendo a la población de Ngala y Gambaru. En Ngala, hay unos 80.000 desplazados viviendo en condiciones críticas en un campo. En Gambaru, a pocos kilómetros de Ngala, viven 55.000 personas, sin acceso a alimentos básicos o salud; el único centro de salud de la ciudad fue quemado. El 12 de octubre, equipos de MSF volvieron a ambas localidades donde vacunaron a 15.000 niños de sarampión, distribuyeron comida y artículos de primera necesidad para 14.600 familias. Además, trataron a 700 niños con desnutrición aguda severa y 4.000 con desnutrición moderada.