Un número sin precedentes de mujeres embarazadas buscan asistencia médica en el Centro de Referencias para Urgencias Obstétricas (CRUO), un hospital gestionado por Médicos Sin Fronteras (MSF) en Puerto Príncipe especializado en complicaciones obstétricas. Este aumento de pacientes coincide con un recorte de fondos de donantes internacionales, un problema que se suma a la limitada inversión del gobierno haitiano en materia de asistencia sanitaria.
A raíz de estos recortes, la unidad neonatal del CRUO de MSF admitió un 32% más de recién nacidos en 2014 y la derivación de mujeres embarazadas a este centro se incrementó un 18%. Los números de admisión son los mismos en 2015.
El gobierno canadiense finalizó su programa «Manman Ak Timoun una Sante» (MATS) en 2013, que se focalizaba específicamente en salud materno-infantil. Esto es parte de un recorte global de financiación internacional para la atención médica en Haití, que había servido para cubrir muchas carencias en asistencia sanitaria maternal y de otros tipos de atención médica.
A esto se añade que Haití planea utilizar solo el 5, 4% de su presupuesto a atención sanitaria en 2015-2016, mientras en cambio su país vecino, República Dominicana, dedicará el 11,5% de su presupuesto a esta misma área.
“La inversión en la atención médica obstétrica ha mostrado claros resultados en Haití y estos recortes de financiación ponen en peligro la vida de mujeres en situación de riesgo«, advierte Paul Brockmann, Director de MSF en Haití. «Durante el pico anual de natalidad de Haití, que se extiende desde agosto hasta enero de cada año, las cosas han ido a peor.
Este aumento de la demanda de asistencia sanitaria materna es totalmente previsible, pero debido a los recortes, el sistema no está preparado para responder. Estos recortes necesitan ser revertidos”.
El aumento de la demanda ha forzado al CRUO de MSF -gestionado de manera independiente- a priorizar la asistencia a aquellas personas con mayor riesgo de tener complicaciones durante el parto. El problema es que las mujeres que no cumplen con estos criterios de admisión encuentran ahora pocos espacios donde ser atendidas.
Serene Princeton, una de esas madres jóvenes, no reunió los estrictos criterios de admisión del CRUO. Fue al hospital general, pero estaba en huelga, y otros hospitales solo aceptaban mujeres embarazadas a punto de parir, y ese no era aún su caso. Después de que comenzó a sangrar y, temiendo que moriría junto a su bebé, volvió al CRUO por segunda vez. Para entonces su situación cumplía los criterios de MSF y ella fue admitida.
Médicos Sin Fronteras (MS) abrió el Centro de Referencias para Urgencias Obstétricas (CRUO) en marzo de 2011. Más de 27.000 niños han nacido allí y más de 10.000 bebés prematuros han sido admitidos en su departamento de neonatología. MSF trabaja en Haití desde 1991 y actualmente también gestiona una unidad especializada de quemados en el Hospital de Drouillard, un hospital en Martissant, y un equipo de emergencia para dar respuesta al cólera.