La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) se declara conmocionada y rechaza enérgicamente las falsas acusaciones vertidas en los medios de comunicación por el Comité Humanitario de la autoproclamada República Popular de Donesk (RPD) sobre sus actividades médico-humanitarias. Esto incluye declaraciones erróneas con respecto a la gestión de material farmacéutico como las drogas psicotrópicas, críticas al programa de salud mental de la organización, y acusaciones infundadas de espionaje.
Durante los últimos 18 meses, MSF ha estado trabajando duro para ofrecer atención médica gratuita y lograr salvarles la vida a personas afectadas por el conflicto en ambos lados de la línea del frente. Cabe subrayar que todas las actividades de la organización -incluido el transporte, almacenamiento y distribución de medicamentos, así como actividades de salud mental- han sido llevadas en cooperación y coordinación con las autoridades de la RPD.
El pasado 19 de octubre MSF recibió la notificación oficial de la retirada de su acreditación para trabajar en la República, pero en ningún momento se le ha dado clarificación alguna sobre las razones detrás de la decisión de suspender dichas actividades. MSF se muestra extremadamente preocupada por la decisión de cancelar nuestra acreditación y la orden de cesar las actividades médicas, dado que esta decisión privará a miles de personas de asistencia médica. Una vez más, MSF pide una revisión urgente sobre esta decisión y se muestra dispuesta a colaborar con las autoridades.
Consecuencias psicológicas del conflicto
La prestación de la atención psicológica es un componente clave de las actividades de MSF en muchas zonas de conflicto. En el caso de la RPD, MSF llevaba a cabo programas de salud mental hasta julio de 2015, cuando el Comité Humanitario instó a la organización a cerrar dicho programa. MSF se muestra en total desacuerdo con esta decisión, dado que la atención en salud mental es una parte crucial de las actividades médicas para ayudar a las personas a lidiar con las consecuencias del conflicto. Antes del cierre del programa, los equipos de MSF ayudaban a lidiar con el miedo, la ansiedad y pesadillas a personas que habían sufrido situaciones traumáticas. Además, los psicólogos de MSF estaban entrenando al personal local de salud médica y mental para mejorar sus habilidades y evitar el agotamiento laboral. En total, MSF ha llevado a cabo más de 3.400 sesiones de salud mental, incluyendo asesoramiento individual, sesiones en grupo y cursos de formación en más de 35 localidades de la República Democrática.
Los psicotrópicos, un componente de los kits médicos
En línea con los protocolos médicos, los fármacos psicotrópicos son un componente esencial en los kits médicos proporcionados por MSF a los centros de salud, donde los médicos tratan a heridos de guerra, a pacientes con enfermedades crónicas como la epilepsia y a personas con enfermedades mentales. Cada kit médico contiene todo el material necesario para tratar adecuadamente a los pacientes, y se distribuyen en base a las solicitudes de los centros de salud. Los fármacos psicotrópicos fueron donados al sistema de salud pública con el fin de que los pacientes las pudieran recibir de sus médicos de cabecera. Además, todas las donaciones de medicamentos y suministros médicos se coordinan con las autoridades de salud.
Más información sobre las actividades de MSF en la República Popular de Donesk
Desde el comienzo del conflicto en mayo de 2014, MSF ha donado medicamentos y material a 170 centros para tratar a heridos de guerra y a pacientes con enfermedades crónicas. Desde marzo de este año, MSF también ha llevado a cabo más de 85.000 consultas junto con las autoridades sanitarias locales en 40 clínicas móviles, prestando asistencia a personas que viven en lugares donde los médicos y enfermeras han huido o donde las farmacias están vacías.
Además, MSF es prácticamente la única organización que proporciona tratamiento para la tuberculosis en las cárceles, la insulina para los pacientes diabéticos y los productos de hemodiálisis para tratar la insuficiencia renal. Con el cese de las actividades de un día para otro, miles de pacientes que padecen enfermedades crónicas se quedan con poca o ninguna ayuda: actualmente, en la zona bajo control de la República Democrática de Donesk (RPD) los equipos de MSF proporcionan el 77% de la insulina necesaria para los pacientes mayores de 18 años con diabetes y el 90% de los productos necesarios para llevar a cabo el tratamiento de hemodiálisis, de vital importancia para los pacientes que sufren de insuficiencia renal. Estos tratamientos salvan vidas, y sin el suministro constante de dichos tratamientos puede haber graves complicaciones de salud. Ahora que MSF se ha visto forzada a detener sus actividades, son muy pocas las alternativas que les quedan a las personas que sufren este tipo de problemas de salud.
Además, se calcula que unas 150 personas en el sistema penitenciario que sufren tuberculosis resistente a los medicamentos ya no tienen acceso al tratamiento que MSF les ha estado proporcionando desde 2011. Por tanto, existe un alto riesgo de que la salud de estos pacientes se deteriore pronto: cualquier interrupción de este tipo de tratamiento reduce drásticamente las perspectivas de curación, incluso en el caso de que el tratamiento reinicie posteriormente.