Dos semanas después de que severas inundaciones afectaran a aproximadamente un millón de personas en Myanmar, Médicos Sin Fronteras (MSF) está ampliando su apoyo a la respuesta del gobierno en el estado de Rakhine y la región de Sagaing.
Esto ayudará a cubrir las necesidades inmediatas de aquellos afectados directamente por las inundaciones y a mitigar el elevado riesgo que sufren las comunidades de contraer enfermedades infecciosas transmitidas por agua o mosquitos; incluyendo la malaria, diarrea y dengue.
El dengue es endémico en el estado de Rakhine y en la región de Sagaing, en donde actualmente cientos de personas están viviendo en campamentos improvisados en escuelas, monasterios e iglesias tras las inundaciones. De acuerdo con el Ministerio de Salud, entre enero y julio, un brote de dengue ya ha infectado a unas 16,000 personas a lo largo del país.
“Esta es la temporada alta de dengue y necesitamos mantenernos vigilantes tras las inundaciones para prevenir la expansión del virus”, dice Liesbeth Aelbrecht, Coordinadora de país de MSF en Myanmar. “Nos enfocaremos en ayudar a tratar la enfermedad, así como a entrenar al personal del Ministerio de Salud y a los voluntarios sobre cómo fumigar los potenciales sitios de incubación del virus, e informaremos a las comunidades sobre cómo prevenir el dengue”.
En Kalay, la ciudad más afectada de Sagaing, un 80% de las áreas rurales fueron afectadas por las inundaciones y alrededor de 22,000 personas fueron desplazadas. En los siguientes días, MSF donará 13,000 mosquiteros para ayudar a prevenir un potencial brote en el lugar, así como también 600 pruebas de diagnóstico rápido, capaces de detectar el dengue en 20 minutos.
En el estado de Rakhine, MSF ha complementado su respuesta inmediata a las inundaciones con vigilancia de enfermedades infecciosas, especialmente el dengue, y está lista, de ser necesario, para responder a un brote. En la ciudad de Maungdaw, equipos de MSF están buscando y tratando activamente a pacientes con diarrea; además, se está entrenando a trabajadores médicos locales para que hagan lo mismo. En la ciudad de Buithidaung, que sigue siendo un lugar difícil de llegar, MSF también está preparada para ayudar en caso de un brote.
MSF empezará a apoyar al Ministerio de Salud en sus actividades médicas generales en Kalay, en donde muchas personas desplazadas están sufriendo de infecciones respiratorias, problemas de la piel e influenza. Además, MSF donará materiales para construir letrinas adicionales.
Además, un equipo médico móvil será enviado a la ciudad de Tamu, al norte de Kalay, que también fue gravemente afectada por las inundaciones y sigue siendo casi inaccesible.
MSF ha trabajado en Myanmar desde 1992 y actualmente tiene proyectos médicos en los estados de Rakhine, Shan y Kachin, en la región de Thanintharyi y en Yangon. MSF ofrece servicios que incluyen atención médica básica, salud sexual y reproductiva, transferencias de emergencia y tratamiento anti malaria. Desde 2004, MSF ha tratado a más de 1.2 millones de personas con malaria a lo largo de país.