Roma, 17 de julio de 2015. El buque de búsqueda y rescate de Médicos Sin Fronteras (MSF) Bourbon Argos se encuentra actualmente navegando al norte de las costas de Sicilia con casi 700 personas a bordo. Se dirige hacia el puerto de Reggio Calabria, donde, si se cumplen las previsiones, llegará mañana por la mañana. A pesar de las largas negociaciones con las autoridades italianas y de los esfuerzos de la Guardia Costera italiana para que se permitiera el desembarco de las personas que habían sido rescatadas, éste finalmente no fue autorizado. La explicación que recibieron los equipos de MSF fue que el sistema de recepción no tenía capacidad para acoger a tantas personas.
El miércoles 15 de julio, el Bourbon Argos rescató a 678 personas que intentaban cruzar el Mediterráneo a bordo de seis embarcaciones. El barco de MSF recibió también a una mujer que fue transferida hasta un buque de la Guardia Costera italiana por razones médicas. Entre los migrantes y refugiados rescatados, hay nacionales de Bangladesh, Costa de Marfil, Eritrea, Gambia, Guinea, Libia, Mali, Nigeria, Senegal y Somalia.
«El equipo de MSF ha trabajado durante todo el día a contrarreloj para atender a los migrantes y refugiados que están a bordo y ha prestado atención médica a aquellos que lo necesitaban. El buque está completamente lleno de gente, por lo que no han tenido más remedio que quedarse en la cubierta compartiendo un espacio muy limitado. Esto está causando tensiones y nos está provocando serias preocupaciones en torno a la seguridad del barco«, explica Alexander Buchman, coordinador de MSF en el Bourbon Argos.
A pesar de la buena coordinación con la Guardia Costera italiana y de todos los esfuerzos realizados por el Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo (MRCC), las autoridades italianas no autorizan al Bourbon Argos a desembarcar en ninguno de los puertos de Sicilia, ya que el sistema de recepción no cuenta con la capacidad necesaria para acoger a tantas personas. El jueves por la noche, tras arduas negociaciones, el Bourbon Argos fue finalmente autorizado a desembarcar a 150 migrantes en el puerto de Trapani, en la costa occidental de Sicilia. Sin embargo, MSF decidió no llevar a cabo un desembarco parcial, ya que eso podría haber supuesto un importante riesgo para la seguridad del barco y de todas las personas que siguen a bordo. Muchos de los migrantes y refugiados, al ver que no se les permitía el desembarco, expresaron su temor de que se les estuviera llevando de vuelta a Libia, y la situación a bordo era extremadamente tensa.
Sólo siete personas que necesitaban de atención médica urgente, junto con sus familiares, fueron desembarcados del Bourbon Argos. Dos de estos casos eran particularmente graves: la mujer que había sido transferida desde un buque de la Guardia Costera Italiana, que sufría hipertensión e hipovolemia con dolor abdominal y que requería ser hospitalizada de manera urgente; y un bebé de 12 meses que padecía neumonía y fiebre. Los equipos de MSF le habían dado tratamiento antibiótico, pero requería ser también hospitalizado para poder realizarle más exámenes médicos.
«Durante dos días hemos estado tratando de entender dónde se nos iba a permitir el desembarco, coordinándonos permanentemente con la Guardia Costera italiana, y al mismo tiempo teníamos que preocuparnos de mantener unos niveles de seguridad aceptables a bordo. La tensión ha sido grande«, añade Buchman, “Todo esto ha puesto en peligro a muchas personas e hizo que estas 700 personas, que ya vienen de una situación muy complicada, hayan tenido que pasar dos noches enteras en cubierta, hacinados y soportando unas condiciones muy difíciles«.
Este viernes por la mañana, el Bourbon Argos fue dirigido hacia al puerto de Messina, en la parte oriental de Sicilia, decisión que fue cambiada por las autoridades un par de horas más tarde, solicitando que el Bourbos Argos pusiera rumbo hacia Reggio Calabria. El barco de MSF está navegando actualmente cerca de la costa norte de Sicilia para mantener en todo momento tierra a la vista y no alimentar aún más los temores de los migrantes y refugiados. Se prevé que puedan llegar a su destino mañana sábado por la mañana.
«La falta de preparación del sistema de acogida italiano está provocando unas consecuencias muy concretas. Nosotros en este momento las estamos viendo de primera mano«, añade Loris De Filippi, presidente de MSF Italia. «Estamos en julio, y el ritmo de llegadas no se prevé que disminuya, así que hay que abordar cuanto antes este problema. El Ministerio de Interior italiano tiene que autorizar el desembarco en los puertos sicilianos más cercanos, con el fin de permitir que los buques de rescate puedan volver lo antes posible a la zona de búsqueda y rescate.«