Amman, Jordania, 10 de julio 2015.- Más de 60 pacientes sirios con heridas de guerra, la mayoría causadas por barriles bomba, han llegado en las últimas dos semanas a las urgencias del hospital Al-Ramtha, en el norte de Jordania. Esta cifra supone un salto significativo en el número de casos atendidos por la organización médico-humanitaria internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) en esta zona.
A finales de junio y en solo en tres días, las urgencias del hospital recibieron 34 heridos sirios. Algunos de ellos fueron estabilizados por los equipos médicos de MSF para, posteriormente, ser derivados a otros hospitales. El resto continúa recibiendo tratamiento quirúrgico y rehabilitación en las instalaciones donde MSF trabaja, en colaboración con el Ministerio de Salud Jordano, para facilitar atención médica a pacientes sirios y que se ubican a menos de cinco kilómetros de la frontera con Siria.
«Más del 70% de los heridos que recibimos sufren lesiones y múltiples heridas a causa de las explosiones«, afirma Renate Sinke, coordinadora del programa quirúrgico de emergencia de Médicos Sin Fronteras en Ramtha.
MSF, junto con otras muchas organizaciones, ha solicitado en repetidas ocasiones que se ponga fin al bombardeo de zonas habitadas dentro de Siria. Sin embargo, estas peticiones no han tenido efecto. Mientras, pacientes de todas las edades siguen ingresando en los centros de MSF con graves lesiones provocadas por barriles bomba lanzados desde helicópteros sobre zonas residenciales y centros de salud en el sur de Siria.
Majed, un recién nacido de apenas 27 días, es uno de los pacientes recibidos en las últimas fechas en las clínicas de MSF en el norte de Jordania. Majed llegó con una lesión en la cabeza causada por la metralla de un barril bomba. «A las 9 de la mañana un barril bomba impactó en nuestra casa en Tafas. En ese momento no me encontraba en la vivienda. Cuando me enteré de la noticia corrí a casa lo más rápido que pude«, explica Murad, el padre de Majed.
«Cuando llegué a la vivienda encontré a mi esposa herida. Sus lesiones no parecían demasiado graves, pero entonces vi a mi hijo pequeño: estaba en silencio y tenía heridas en la cabeza. Lo llevé al hospital de campaña en Tafas. Trataron de ayudarle, pero no pudieron porque el equipo que requerían para tratar sus heridas no está disponible en Siria. Mi hijo necesitaba ir a Jordania para recibir tratamiento. Tardamos una hora y media en llegar a la frontera desde que se produjo el ataque y algo más hasta alcanzar Ramtha. Ahora, lo único que deseo es que mi bebé se recupere y podamos volver a Siria”, dice Murad.
Varios servicios de salud han sido atacados en la gobernación de Deraa en las últimas dos semanas, según revelan varios informes. Esto lleva a que un número cada vez mayor de pacientes sirios asuman el riesgo y emprendan un duro viaje para cruzar la frontera jordana en busca de una atención médica que es extremadamente difícil de recibir en su país. «Una proporción significativa de los pacientes que recibimos han sufrido heridas en la cabeza y presentan múltiples lesiones que no pueden ser tratadas en el sur de Siria. Las tomografías y otras opciones de tratamiento son muy limitadas allí”, advierte el Dr. Muhammad Shoaib, coordinador médico de MSF en Jordania.
En estos momentos, muchos hospitales dentro de Siria tienen una capacidad muy limitada para hacer frente a lesiones complejas. Estas estructuras carecen del personal, del conocimiento médico y del equipo necesario. Los centros han sufrido daños graves o han resultado totalmente destruidos por unos ataques que privan a los pacientes sirios de una atención médica vital y que contribuyen al deterioro general de la salud de la población.
Desde que comenzó el conflicto sirio, más de cuatro millones de personas han salido del país buscando refugio en los países vecinos. MSF está presente en Jordania desde agosto de 2006 con un programa de cirugía reconstructiva con sede en Ammán. Desde 2013, la organización trabaja con refugiados y pacientes a través del programa de cirugía de emergencia de Al Ramtha y con un hospital materno-infantil. Además, MSF impulsa dos proyectos de enfermedades no transmisibles en Irbid dirigido a refugiados sirios y los jordanas más vulnerables en las comunidades de acogida.