Un ataque suicida contra un campamento de la misión de Naciones Unidas en Mali (MINUSMA) a las afueras de la ciudad de Ansongo, causó el miércoles la muerte de tres civiles, dos niños y un adulto, e hirió a 16 personas más, la mayoría, miembros de las fuerzas de paz de Naciones Unidas. Un equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) se desplazó inmediatamente a la zona y trasladó a cinco niños heridos al hospital de Ansongo, donde trabaja la organización desde 2012.
Debido a la gravedad de las heridas, uno de los niños fue derivado al hospital de Gao, la capital de la región. Los otros cuatro están recibiendo tratamiento de heridas por trauma en Ansongo. “Como organización de emergencia nuestra prioridad es responder lo más rápido posible a este tipo de sucesos, ya que sabemos que, demasiado a menudo, los civiles quedan atrapados entre los enfrentamientos de los diferentes grupos armados en el Norte de Mali”, explica Côme Niyongabo, coordinador general de MSF en Mali.
MSF trabaja en la región de Gao desde noviembre de 2012 prestando atención médica a las poblaciones afectadas por el conflicto armado. En 2014, MSF concentró sus actividades en el hospital de Ansongo y en varias iniciativas de salud en las comunidades. La organización también colaboró para garantizar la detección de la desnutrición infantil y la quimioprevención de la malaria estacional (SMC) en la región de Gao. Más de 40.000 niños recibieron antimaláricos para protegerse de la enfermedad durante la temporada más virulenta de la malaria.
Médicos Sin Fronteras (MSF) es una organización internacional, independiente, médico-humanitaria que presta ayuda de emergencia a las personas afectadas por los conflictos armados, las epidemias, la exclusión de la asistencia sanitaria y los desastres naturales. MSF ofrece asistencia a las personas en función de las necesidades y sin distinción de raza, religión, sexo o afiliación política. Las acciones de MSF se guían por la ética médica y por los principios de independencia e imparcialidad.