2014 fue el año en el que se produjeron más víctimas mortales y más 3.400 personas fallecieron en el Mediterráneo tratando de alcanzar Europa. Este año, la cifra de víctimas mortales se prevé aún mayor dado que incluso se ha reducido la asistencia disponible para socorrer a las embarcaciones en peligro. La operación de salvamento de la Marina italiana ‘Mare Nostrum’ fue interrumpida en noviembre del año pasado a causa de la falta de fondos por parte de los Gobiernos europeos y, desde entonces, no ha sido suplida por otra intervención.
«Europa ha dado la espalda a las personas que huyen de algunas de las peores crisis humanitarias de nuestro tiempo», denuncia Arjan Hehenkamp, director general de MSF. «La decisión de cerrar las puertas y construir alambradas representa que hombres, mujeres y niños se vean obligados a arriesgar sus vidas y emprender un viaje a la desesperada a través del mar. Ignorar esta situación no va hacer que desaparezca. Europa tiene los recursos y la responsabilidad de evitar más muertes en el umbral de su territorio y debe actuar para ponerles fin».
En los próximos meses, un equipo conjunto de MSF y MOAS recorrerá el Mediterráneo central a bordo del MY Phoenix, un barco de rescate de 40 metros de eslora. La embarcación, equipada con lanchas inflables de rescate de casco rígido y aviones no tripulados de vigilancia, tendrá una tripulación de 20 personas y facilitará asistencia vital a las personas en peligro.
“Nuestra motivación es simple”, explica el director de MOAS, Martin Xuereb. “Nadie merece morir, y nosotros haremos todo lo que esté a nuestro alcance para asegurar que aquellos que se sienten obligados a emprender esta peligrosa travesía en embarcaciones frágiles no se ahoguen. El año pasado rescatamos a 3.000 personas en 60 días de operaciones. Este año esperamos salvar a más gente dado que la misión conjunta con MSF se desarrollará durante seis meses».
A bordo del MY Phoenix irá un equipo médico de MSF formado por dos doctores y un enfermero. Los trabajadores sanitarios estarán equipados para proporcionar atención vital de urgencia. Así mismo, el equipo de MSF estará preparado para tratar episodios de deshidratación, hipotermias, quemaduras graves y erosiones heridas provocadas por el combustible. Estas son algunas de las necesidades médicas más acuciantes para las personas que han pasado varios días en alta mar en condiciones extremas.
«No podemos poner fin a las guerras y a las desgracias que obligan a las personas a abandonar sus países de origen, pero sí tenemos la oportunidad de reducir el número de muertes y proporcionar asistencia crítica a miles de seres humanos que cruzarán el Mediterráneo este verano», afirma Hehenkamp. «Los Gobiernos europeos han optado por dar prioridad a la vigilancia y a la protección de sus fronteras frente al auxilio a quienes tratan de llegar a Europa. Hasta que se produzca un cambio de política, la reticencia colectiva de Europa a proporcionar alternativas seguras para quienes desean llegar a nuestras costas seguirá costando vidas».
Médicos Sin Fronteras (MSF) es una organización médico-humanitaria internacional que asiste a poblaciones en situación precaria y a víctimas de catástrofes de origen natural o humano y de conflictos armados, sin ninguna discriminación por raza, género, religión o ideología política. En 2014, MSF impulsó programas en 63 países.
MOAS (Migrant Offshore Aid Station) es una organización no gubernamental con base en Malta que tiene como objetivo la asistencia a migrantes que arriesgan sus vidas al tratar de cruzar el Mediterráneo central en una peligrosa travesía a bordo de embarcaciones precarias. En 2014 rescató a 3.000 personas en 60 días de operaciones.