El recrudecimiento de las hostilidades en Ucrania ha llegado a niveles inéditos desde agosto en las últimas semanas, al tiempo que la situación para los civiles atrapados en las zonas de conflicto es cada vez más difícil. Mientras los médicos que trabajan en los hospitales cerca del frente afrontan dificultades para tratar a los heridos con suministros menguantes, los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) están ampliando su apoyo, aunque el bombardeo continuo les impide llegar a las zonas más afectadas.
“Los trabajadores sanitarios llevan soportando una presión inmensa desde hace ya meses, con miles de heridos y desplazados”, explica Loïc Jaeger, coordinador de los proyectos de MSF en Ucrania. “La intensificación de los combates solo ha exacerbado lo que ya era una carencia absoluta de medicamentos esenciales como antibióticos, analgésicos y materiales quirúrgicos. Los médicos y enfermeros en el frente, en las circunstancias actuales están ya desesperados”.
Los directores de los hospitales de Donetsk, Stakhanov, Pervomaisk y Novoaidar, a los que MSF suministra material médico desde el inicio del conflicto, han informado del aumento del número de civiles ingresados, desde que el pasado 13 de enero se reiniciaran los combates más intensos. Desde entonces los equipos de MSF han estado abasteciendo a estos y a otros siete hospitales en ambos lados del frente para asegurar que los médicos disponen de material suficiente para tratar hasta a quinientos pacientes.
Desde el inicio del conflicto, los hospitales han sido convertidos en objetivo y sólo en la última semana, centros sanitarios tanto de Donetsk como de Luhansk se han visto afectados por misiles y bombas. El 19 de enero, el hospital número 3 de Donetsk fue alcanzado por un misil, a pesar de encontrarse en pleno centro de la ciudad, a siete kilómetros del frente de guerra.
“El bombardeo de las estructuras médicas, tanto si es indiscriminado como planificado, es absolutamente inaceptable”, dice Jaeger. “Cuando las estructuras sanitarias resultan dañadas, no son sólo los heridos los que no reciben tratamiento, sino también las mujeres embarazadas, los niños enfermos y la gente con enfermedades crónicas como diabetes, cardiopatías o hipertensión. Todos aquellos involucrados en el conflicto deben asegurar que los hospitales y su personal son respetados”.
El 14 de enero, un hospicio que acogía a gente con discapacidad mental Slavyanoserbsk, en la región de Luhansk, que también se beneficia del apoyo material de MSF, resultó muy dañado después de que la ciudad fuera pasto de un intenso bombardeo. Un equipo de MSF pudo llegar al hospital principal de la ciudad cinco días después para llevar suministros para tratar a cincuenta pacientes. El hospital se había quedado sin suministro eléctrico durante dos días por el bombardeo, mientras los miembros de MSF vieron al menos diez casas totalmente destruidas en el centro de la ciudad.
Civiles atrapados
“Entrar y salir de la zona de conflicto es cada vez más complicado tanto para los civiles como para los equipos de MSF que pretenden asistirles”, dice Jaeger. “El lunes y el martes nuestro equipo trató de llevar material de emergencia a un hospital en el frente de Gorlovka en Donetsk, pero los camiones tuvieron que regresar después de ser bloqueados en los puestos de control. Todavía hoy no hemos podido llegar. Con la situación para los civiles en deterioro, es urgente que aquellos involucrados en el conflicto permitan que la ayuda humanitaria llegue a aquellos que más la necesitan”.
Desde Noviembre, las medidas adoptadas por el gobierno de Ucrania de restricción de movimientos han supuesto que los civiles que viven en áreas controladas por los rebeldes se encuentren efectivamente atrapados y que la recepción de ayuda humanitaria sea más complicada. Todo servicio social público ha sido bloqueado, incluyendo el pago de pensiones, suministro médico y salarios a los trabajadores públicos, médicos y sanitarios incluidos. Los bancos han recibido órdenes para el cierre de cuentas en estas áreas y de todos los servicios bancarios, incluyendo los cajeros electrónicos y pagos por tarjeta de crédito. La población no tiene otra opción que cruzar el frente para poder obtener fondos o acceder a sus pensiones. Esta opción ya no será tal con la puesta en marcha de una nueva medida, el 21 de enero, dado que sólo aquellos que cuenten con un pase especial podrán cruzar el frente. Además, desde el 19 de enero, la entrada y salida de Luhansk se ha restringido por el combate y el daño infligido en las carreteras.
Desde el inicio del conflicto en el Este de Ucrania, los equipos de MSF han estado dando apoyo a estructuras médicas de las regiones de Donetsk y Luhansk, a la vez que realizan actividades de salud mental. Desde Mayo, los equipos han suministrado medicamentos y material higiénico a setenta centros de salud en ambos lados del frente, para poder tratar a 13.500 heridos y se da apoyo a centros de atención primaria y maternidades. Psicólogos de MSF realizan actividades con pacientes de forma individualizada o en grupo en las áreas afectadas, a la vez que se continúan las actividades relacionadas con el programa de tratamiento de tuberculosis en el sistema penitenciario de Donetsk, inaugurado en 2011.