El equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) desplegado hace diez días en la zona sanitaria de Boende, situada en la República Democrática del Congo (RDC), se ha visto reforzado tras la llegada de 17 especialistas, médicos, logistas, farmacéuticos y expertos en higiene y saneamiento.
Durante los próximos días, este equipo tendrá como objetivo poner en marcha un centro de atención para pacientes que presentan síntomas de Ébola y sensibilizar a la comunidad sobre la enfermedad. En total, se han enviado 13 toneladas de material a Boende mientras que, en los próximos días, se fletarán 15 toneladas de material adicional, ambos envíos suman 70m³ de equipo médico y logístico.
El centro de tratamiento para pacientes de Ébola está instalado en Lokolia, el epicentro de la epidemia. Se trata de un intervención clave, dado que este centro debe contar con todos los medios para controlar la transmisión de la enfermedad. Jeroen Beijnsberger, coordinador médico de MSF, explica un centro de tratamiento de estas características está organizado siguiendo un circuito específico diseñado para evitar cualquier riesgo de que la enfermedad salga al exterior. Todo está estrictamente controlado. Cualquier elemento que entra en la zona de aislamiento no puede salir de ésta, lo que supone un despliegue sustancial de medios y material logístico, afirma.
MSF está preocupada por el hecho de que, todavía, no existe laboratorio móvil disponible en la zona. En los últimos días, hemos mantenido varios contactos para tratar de localizar un laboratorio móvil pero, hasta el momento, nadie ha sido capaz de ayudarnos. Se trata un problema muy grave, afirma Jeroen Beijnsberger.
Los médicos requieren de un laboratorio móvil para confirmar o descartar la presencia del virus del Ébola en la sangre de pacientes sospechosos en pocas horas. Este proceso rápido permite a los pacientes que no están infectados abandonar rápidamente el centro de tratamiento y así evitar cualquier riesgo de contaminación.
Sin este tipo de laboratorio, los pacientes sospechosos tienen que permanecer en el centro de tratamiento varios días, lo que podría ocasionar que todo el centro se congestionara y paralizara debido al gran número de pacientes. «Hacemos un llamamiento a todos los actores para trabajar juntos para encontrar una solución de forma rápida. Esta es ahora nuestra prioridad «, subraya Jeroen Beijnsberger.
Desde el inicio de la operación, las actividades de educación y sensibilización son extremadamente importantes. «Necesitamos que todos los miembros de la comunidad comprendan la importancia de acudir al centro de tratamiento tan pronto como aparezcan los síntomas. Es crucial para los pacientes y para sus seres queridos», explica Beijnsberger. El tratamiento médico personalizado puede ayudar a la persona a combatir el virus y mejorar sus posibilidades de curación. Para ello añade Jeroen Beijnsberger les proporcionamos atención sanitaria y medicamentos y cuidamos de que estén rehidratados y reciban una nutrición adecuada. Es fundamental que el cuerpo esté en las mejores condiciones para combatir el virus. Es la única manera de proteger a su familia y parientes cercanos de una posible contaminación.