Tras los enfrentamientos de las últimas jornadas, los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) han tratado a 116 personas con heridas de bala en Malakal y Nasir, en el estado de Alto Nilo.
«En Malakal los enfrentamientos de los últimos días han limitado nuestra capacidad de llegar a los lugares en los que se hallan los desplazados y están impidiendo que miles de personas reciban la asistencia médica y humanitaria que necesitan de manera urgente, exclama Raphael Gorgeu, coordinador general de MSF en Sudán del Sur.
«Día tras día continúan llegando decenas de heridos a nuestros hospitales, pero lo que también nos tiene ahora mismo en vilo son las condiciones de vida que están soportando los cientos de miles de desplazados que hay en todo el país, ya que la mayor parte de estas personas huyeron de sus casas sin nada y apenas tienen comida, o acceso a los servicios de salud», dice Gorgeu .
Hay un considerable número de desplazados con necesidad de medicamentos o de ser atendidos por un médico, lo cual está poniendo bajo una enorme presión a los pocos puestos de salud y hospitales existentes, muchos de los cuales están completamente saturados. MSF está reforzando sus equipos de emergencia para ayudar a responder de una manera adecuada a las crecientes necesidades de los cientos de miles de personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad extrema.
En las últimas semanas, MSF ha enviado nuevos trabajadores y toneladas de material médico y logístico para atender a los desplazados de Awerial, en el estado de Lagos, y en Juba, la capital del país. Los equipos de MSF han comenzado también a proporcionar apoyo a las personas que han huido de los últimos ataques en Bentiu y que se dirigen hacia Leer, en el estado de Unidad. También hay varios equipos presentes en Nasir y Malakal, pertenecientes al estado de Alto Nilo, en Lankien, dentro del estado de Jonglei, y en Nimule, en el estado de Ecuatoria Oriental. Fuera del país, la organización médico humanitaria está apoyando a los Ministerios de Salud de Uganda y Kenia en la provisión de atención médica y agua potable a los refugiados, mientras que otro equipo ya está evaluando las necesidades y las condiciones para comenzar a trabajar al otro lado de la frontera con Etiopía.
Al mismo tiempo, los equipos de MSF en Sudán del Sur siguen trabajando en los 15 proyectos regulares con los que cuenta en el país y que abarcan 9 de los diez estados de Sudán del Sur. Sólo en el último mes, los trabajadores sanitarios de MSF han pasado 42.000 consultas y han ingresado a más de 1600 pacientes en sus hospitales y centros de salud. Se han llevado a cabo una media de 10 intervenciones quirúrgicas por día, se han atendido 655 heridos de guerra y se han asistido 852 partos, lo cual se traduce en casi una treintena al día.
MSF hace un llamamiento a todas las partes en el conflicto para que se garantice la integridad de las estructuras sanitarias y el acceso de las comunidades afectadas a los servicios de salud y para que se permita llegar a todos los pacientes, independientemente de su procedencia y origen étnico, hasta los centros médicos.
MSF trabaja en lo que hoy constituye la República de Sudán del Sur desde 1983, y actualmente gestiona 15 proyectos en nueve de los diez estados del país: en Agok, Aweil, Gogrial, Gumuruk, Leer, Maban, Malakal, Nasir, Yambio, Lankien, Yuai y Yida. Además, ha puesto en marcha cuatro proyectos de emergencia en Juba, Awerial, Nimule y Malakal. MSF responde a las emergencias, incluyendo desplazamientos a gran escala, flujos de refugiados, situaciones alarmantes de nutrición y picos de enfermedades como sarampión, malaria, diarrea acuosa y kala azar, además de dar servicios de salud básicos y especializados. La organización cuenta actualmente con 278 trabajadores internacionales y 2.890 trabajadores locales en sus proyectos en Sudán del Sur.