Desde finales del año pasado, la ciudad de Harare y sus alrededores han tenido que hacer frente a un nuevo aumento de casos de tifus y diarrea. Entre noviembre de 2012 y marzo de 2013, las autoridades sanitarias registraron más de 3.525 pacientes sospechosos de padecer fiebre tifoidea y cinco muertes, solo en la ciudad de Harare. El número de casos oficiales acumulados desde octubre de 2011 es de 6.843 casos sospechosos, 142 confirmados y 7 muertes.
Médicos Sin Fronteras (MSF) apoyó la respuesta de emergencia durante el primer repunte del brote de octubre de 2011 hasta abril de 2012, cuando el número de pacientes disminuyó significativamente. Desde finales de noviembre de 2012, MSF empezó de nuevo a apoyar a enfermos en los servicios de salud locales. Hasta la fecha, cuatro enfermeras de MSF están implicadas en el tratamiento de pacientes en tres clínicas y un hospital, y dos técnicos de laboratorio están apoyando al Hospital de Enfermedades Infecciosas de Beatrice Road en Harare para la parte diagnóstica.
Además, MSF está trabajando en colaboración con el Departamento de Salud de la ciudad suministrando agua potable mediante la instalación de mini plantas de tratamiento de agua en las zonas afectadas e instituciones como clínicas, escuelas, iglesias y mezquitas, así como rehabilitando los pozos ya existentes. Entre otras actividades también está ayudando en la sensibilización comunitaria, implicándose en reuniones de coordinación y encuentros informativos para monitorear la situación en toda la ciudad y los suburbios de los alrededores para trazar un mapa del brote.
El brote se ha propagado por cuatro suburbios de momento. Hace poco, hemos visto casos procedentes de Mbare, uno de los barrios de las afueras de Harare con mayor densidad de población y el principal mercado central de abastecimiento de alimentos y de transporte para el resto de Zimbabue. Si la epidemia no se controla aquí, puede propagarse con gran facilidad, explica Shackman Mapuranga, coordinador de emergencias de MSF.
El tifus es una enfermedad bacteriana transmitida por el agua que se contrae con la ingesta de alimentos o agua contaminados con heces de una persona infectada. Esto ocurre en condiciones de escaso saneamiento y/o suministro de agua limpia deficiente. En zonas donde los servicios de saneamiento están bien desarrollados y mantenidos, prácticamente se ha eliminado el tifus. En muchas partes de Harare, el suministro de agua sigue siendo irregular y a las personas dependen del agua que extraen de los pozos. Especialmente en los suburbios como Mbare, las condiciones del agua y del saneamiento favorecen las enfermedades transmitidas por el agua como el cólera y el tifus.
Nuestro mayor temor es un brote de cólera en la ciudad, declara el director de los Servicios de Salud del consejo de la ciudad de Harare, el Dr. Prosper Chonzi. Pero esperamos que con el apoyo de contrapartes como el Ministerio de Sanidad, la Organización Mundial de la Salud, MSF y otros actores implicados en cuestiones de agua y saneamiento podamos evitarlo. Por suerte, el número de personas afectadas parece estar disminuyendo últimamente.