La malaria sigue siendo la principal causa de muerte entre los niños menores de 5 años en República Democrática del Congo (RDC). Médicos Sin Fronteras (MSF) está haciendo lo posible en la lucha contra esta enfermedad y acaba de concluir una intervención en la provincia sureña de Katanga, durante la cual atendió a unos 40.000 pacientes.
Cuando llegamos, uno de cada 10 pacientes requería hospitalización inmediata. Durante las últimas semanas, la media ha bajado a uno de cada 100, explica Melanie Silbermann, coordinadora médica de MSF en Lubumbashi, capital de la provincia de Katanga. Tras una intervención de emergencia de cuatro meses en la zona de Kinkondja, al norte de la provincia, MSF ha traspasado sus actividades de malaria a las autoridades sanitarias.
En el hospital de la zona, MSF trabajó junto al personal del Ministerio de Salud congoleño para tratar a un gran número de pacientes con malaria severa que necesitaban ser hospitalizados. En ocasiones ingresaban más de 100 personas por semana, lo cual significaba que había que instalar camas adicionales. Los pacientes, muchos de ellos menores de 5 años, a menudo llegaban en estado crítico y más de la mitad de ellos necesitaban transfusiones de sangre. MSF dio apoyo al servicio de laboratorio del hospital para asegurar que las transfusiones se hacían de forma segura para los pacientes.
En RDC, la malaria es la principal causa de muerte para los niños de menos de 5 años. En la provincia de Katanga y en todo el país, el sobrecargado sistema de salud y la falta de otras organizaciones médicas hacen que la población sea vulnerable ante la malaria.
La respuesta de MSF está salvando vidas a corto plazo, pero esta crisis debe ser abordada a largo plazo. La organización médico-humanitaria hace un llamamiento al Gobierno congoleño y a otros agentes nacionales e internacionales para que tomen medidas para combatir la malaria y eviten así la muerte innecesaria de tantos niños.