En el condado de Maban del estado sursudanés del Alto Nilo, las lluvias han retrasado el traslado de unos 12.000 refugiados del punto de tránsito conocido como Km18 al campo de Jamam, desde donde posteriormente serán llevados a un campo de refugiados permanente en Batil. Estas personas necesitan urgentemente agua, comida y refugio.
Más de 100.000 personas que huyen de la violencia en el estado del Nilo Azul (Sudán) luchan por sobrevivir en un pedazo de tierra inhóspita del condado de Maban, en Sudán del Sur. Las infraestructuras, la atención médica y el agua son prácticamente inexistentes, dejando a estas personas totalmente dependientes de la ayuda humanitaria. Los recursos, en especial el agua, están al límite en todas partes, pero en Km18 es particularmente grave, ya que el suministro está disminuyendo muy rápido y amenaza con agotarse antes de que los refugiados puedan ser realojados.
Médicos Sin Fronteras (MSF) presta ayuda médica y humanitaria en varios puntos de la zona y en los próximos días abrirá su tercer hospital de campaña, esta vez en el campo de Batil. Ante la falta de agencias que hagan frente a los problemas de agua y saneamiento, MSF está instalando puntos de agua a lo largo de la ruta entre Sudán y el campo de Jamam. Estos puntos están situados cada cuatro kilómetros y también ofrecen sales de rehidratación oral para tratar la deshidratación.
Tienen que llegar a Jamam antes de que las carreteras queden totalmente cerradas por las lluvias, afirma la asesora de salud de MSF Lauren Cooney.
Seguramente no todos podrán moverse en camión o en tractor, así que estamos asumiendo que algunas personas tendrán que ir a pie. Queremos evitar el riesgo de que se deshidraten por el camino y asegurarnos que todo el mundo llega en el mejor estado posible a la zona de tránsito de Jamam».
Asistencia insuficiente en los campos
Las lluvias han empeorado las condiciones de vida de aquellos que ya están en los campos de Jamam y Batil. Algunas agencias han aumentado su respuesta en Jamam, pero no es suficiente para afrontar las enormes necesidades existentes, sobre todo en materia de agua, refugio, artículos de primera necesidad y carreteras. A la espera de datos más definitivos, las estadísticas iniciales en el campo de Jamam muestran una mortalidad por encima del umbral de emergencia.
Frente a esta situación tan desesperada, MSF pide a las agencias y autoridades competentes que aumenten el suministro de agua potable, sobre todo en los campos de Jamam y Batil y en Km18. Los refugiados que están en Km18 deben ser realojados lo antes posible a otro lugar en condiciones. Los servicios del campo de refugiados de Batil deben cubrir las necesidades de los refugiados realojados. Las carreteras que dan acceso a los campos necesitan mantenimiento para evitar que las lluvias impidan el acceso. Y hacen falta planes concretos y recursos apropiados para la inevitable llegada de más refugiados.