Médicos Sin Fronteras (MSF) ha suspendido sus actividades médicas en la maternidad que abrió recientemente en la provincia de Khost tras producirse una explosión dentro del recinto la mañana del pasado lunes. Siete personas resultaron heridas, entre ellas un niño.
«Las actividades seguirán suspendidas hasta que las autoridades que controlan esta zona nos aseguren que podemos seguir trabajamos sin obstáculos y que se va a respetar la seguridad de los pacientes, del personal sanitario y de las estructuras de salud, como se había acordado, afirma Renzo Fricke, representante de MSF en Afganistán.
Las pacientes que estaban recibiendo tratamiento serán referidas a la maternidad del hospital provincial de Khost y no se harán nuevos ingresos. La reanudación de las actividades médicas en la maternidad de MSF en Khost dependerá de que se garantice plenamente la seguridad de los pacientes, el personal y las propias instalaciones.
Desde que abrió en marzo, esta maternidad de 56 camas ha ofrecido atención de salud materna a 700 mujeres y en ella se han asistido 600 partos.
MSF también trabaja en el hospital Ahmed Shah Baba, en el este de Kabul, en el hospital Boost de Lashkarga, en la provincia de Helmand y gestiona un centro de urgencias en Kunduz, dispensando atención quirúrgica vital a la población del norte de Afganistán. MSF proporciona atención médica gratuita en todos estos centros y da apoyo a todos los departamentos de los hospitales.