Tras los últimos enfrentamientos intercomunales en el estado sursudanés de Jonglei, Médicos Sin Fronteras (MSF) refirió por vía aérea a 13 heridos graves desde su clínica de Yuai al hospital de Nasir, en el estado del Alto Nilo, donde fueron operados de urgencia. Los pacientes eran cinco mujeres, dos hombres y seis niños menores de 5 años con heridas de bala o traumatismos.
Nos preocupa mucho que la mayoría de heridos en esta última ola de violencia sean mujeres y niños, declara Jose Hulsenbek, coordinador general de MSF en Sudán del Sur. Estos 13 pacientes han sobrevivido a la noche, pero algunos de los niños todavía se encuentran en estado crítico, con traumatismos craneales de consideración, añade.
MSF da apoyo a una pequeña clínica periférica en Yuai, en el estado de Jonglei, a unas dos horas de Wek, condado de Uror, donde se produjeron los últimos episodios violentos. MSF sigue de cerca la situación. Si continúan llegando más heridos a la clínica de Yuai, estos serán referidos al hospital también gestionado por la organización en Nasir, estado del Alto Nilo, que dispone de los servicios quirúrgicos necesarios.
Esta última oleada de violencia intercomunal se ha desatado tras un ataque en el condado de Pibor entre finales de 2011 y principios de 2012, durante el cual las instalaciones de MSF en la ciudad de Pibor fueron saqueadas y hubo que evacuar a los equipos. MSF reanudó sus actividades médicas de emergencia a los pocos días para atender a la población.
MSF ha dado muestras de su más absoluta imparcialidad y neutralidad a lo largo de los años, trabajando en muchas y muy diferentes comunidades de Sudán del Sur. En 2011, tres estructuras médicas de MSF fueron objeto de ataques en el estado de Jonglei. La organización condena este tipo de agresiones por parte de cualquier grupo armado y se compromete a seguir aportando asistencia médica y humanitaria a la población del estado de Jonglei.