El embargo israelí a la Franja de Gaza desde 2007, unido a los años de crisis económica en la que se encuentra la Autoridad Palestina en Ramala y la falta permanente de cooperación entre dicha autoridad y las administraciones en Gaza, han causado importantes daños y suponen una amenaza para los servicios de salud de esta zona de los Territorios Palestinos Ocupados y sus usuarios.
La situación había ido empeorando durante los últimos años, pero se ha deteriorado de forma alarmante en 2011. La primavera pasada las compañías farmacéuticas dejaron de suministrar a la Autoridad Palestina. A mediados de agosto, con los bombardeos israelíes de la Franja de Gaza, las autoridades de salud locales pidieron ayuda a las organizaciones de ayuda internacional que trabajaban en la zona. Desde entonces, han solicitado recibir donaciones regulares a largo plazo. Sin embargo, ninguna agencia humanitaria, incluida MSF, cuenta con los recursos económicos y logísticos suficientes para proporcionar los medicamentos y el material médico que necesitan las estructuras de salud palestinas.
Falta el 36% de los medicamentos esenciales
Las rupturas de stock representan una verdadera amenaza para la salud de los pacientes de las estructuras sanitarias de Gaza. A finales de septiembre de 2011 no estaban disponibles 164 medicamentos esenciales (un 36% de los suministros esenciales, en relación al 25% en 2010). Únicamente se suministraron 260 de los 900 insumos médicos necesarios (concretamente, artículos de un solo uso).
De momento, las clínicas de la Agencia de las Naciones Unidas para Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA) proporcionan tratamiento a pacientes con enfermedades crónicas. Las áreas médicas más afectadas son cirugía, cuidados intensivos (falta total de algunos anestésicos), hemodiálisis, tratamientos para prevenir el rechazo de transplantes de órganos, oncología, hematología (no hay coagulantes), medicamentos psiquiátricos (solo disponibles 33 de los 46 medicamentos esenciales), oftalmología (todas las intervenciones oculares interrumpidas), maternidad, pediatría y cateterismos de laboratorio para el diagnóstico de enfermedades cardiacas. En pocas semanas, los cinco centros médicos que tratan enfermedades del riñón en Gaza se enfrentarán a una falta de medicamentos y, si esto ocurre, la vida de sus pacientes correrá un serio peligro.
Las donaciones no pueden cubrir todas las necesidades
A lo largo de 2011, MSF ha hecho donaciones cuando han surgido necesidades urgentes y concretas. Desde 2008, la organización lleva denunciando la politización del sector sanitario palestino y el impacto de los conflictos, tanto internos como externos, sobre unos pacientes privados de medicamentos y de atención médica.
En tanto que organización médica de ayuda de emergencia, MSF puede establecer un plan de acción y de donaciones frente a esta situación. Sin embargo, el futuro de nuestros pacientes y de la población enferma en Gaza resulta muy preocupante.