La ciudad portuaria de Buenaventura es el principal lugar de acogida para los desplazados por el conflicto armado en la costa del Pacífico. Las precarias condiciones de vida de estas personas, sumadas a la privatización del sistema de salud, suponen importantes dificultades en su acceso a la atención sanitaria.
En junio de 2008, MSF abrió un centro de salud primaria en la ciudad, donde se realizaron más de 22.500 consultas en 2010. «La realidad socioeconómica ha contribuido al fracaso del sistema de salud, que parece haber sido diseñado sobre un modelo de país desarrollado que no tiene en cuenta los parámetros inherentes a Colombia: alta proporción de desempleo, exclusión, corrupción y nepotismo, explica Óscar García, coordinador general de MSF. Una constatación confirmada por el 40% de la población que no recibe seguridad social.
Actividades médicas y sociales en zonas urbanas
La ciudad de Buenaventura, principal puerto de Colombia, cuenta con más de 400.000 habitantes. Desde 2008, el centro de MSF ofrece una variada y amplia atención a las personas excluidas del sistema de salud colombiano: consultas de medicina general y especializada en salud sexual y reproductiva, salud mental, programa de nutrición y vacunación. MSF también dispone de un servicio de urgencias: 480 pacientes fueron atendidos en 2010, de los que el 40% fueron trasladados en ambulancia al hospital. La atención ofrecida también tiene un componente social de ayuda a los pacientes en su proceso de regulación e integración.
Además de las consultas realizadas en el centro de salud, MSF se acerca a las poblaciones vulnerables mediante talleres de sensibilización o actividades médicas externas en los barrios de la ciudad.
Las patologías de consulta general más frecuentes indican un contexto urbano precario: infecciones de las vías respiratorias y de la piel. Sin embargo, la presencia de MSF en las zonas urbanas sigue siendo atípica. «MSF está presente principalmente en las zonas rurales con proyectos a corto o medio plazo. Una intervención en zona urbana se inscribe más en un proceso de desarrollo a largo plazo. Los servicios ofrecidos en el centro de atención existente y en el segundo que abrirá pronto, perdurarán después de nuestra partida. Estas estructuras son sostenibles, dice Gregory Montel, coordinador logístico del proyecto de MSF en Buenaventura.
Víctimas de la violencia olvidadas del sistema de salud
Se presta especial atención a las víctimas de violencia sexual, para las que ninguna estructura sanitaria ofrece una atención médica adaptada. MSF proporciona atención médica, psicológica y social, independientemente de la afiliación de la persona.
En 2010, 106 personas recibieron asistencia después de sufrir agresiones sexuales, pero sólo el 26% llegaron al centro de salud antes de las 72 horas de haberse producido el incidente. Más allá de este período, la atención médica que puede prevenir el embarazo, el VIH/sida o enfermedades de transmisión sexual no es efectiva.
«La violencia sexual sigue siendo un tema tabú en Buenaventura, ya que puede involucrar a la familia o estar relacionada con los conflictos urbanos, una especie de guerra de pandillas. En ambos casos, la víctima puede tener miedo de testificar. Y el protocolo nacional la empuja a denunciar los hechos para poderse beneficiar de asistencia médica», explica Pascale Bourdais, coordinadora del proyecto de Buenaventura. MSF se basa en la comunicación y sensibilización para invertir este proceso.