MSF llevó a cabo el pasado viernes 15 de abril una segunda evacuación de heridos de guerra por barco desde Misrata: 64 pacientes y 35 acompañantes fueron trasladados desde la ciudad costera libia a Zarzis, en el vecino Túnez.
Hace dos semanas, otros 71 heridos fueron evacuados en una operación similar. En esta segunda ocasión, el equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) también pudo evaluar la situación de las estructuras médicas en Misrata, donde los continuos combates han aislado a la población de la ayuda externa, mientras los hospitales y las clínicas están saturados de heridos.
Desde hace semanas, las estructuras de salud intentan hacer frente al flujo de pacientes. Carecen de personal suficiente y de equipamiento médico para atender a los heridos y a los enfermos crónicos, explica el Dr. Morten Rostrup, uno de los médicos de MSF que participaron en la evacuación del viernes. Los últimos bombardeos en Misrata están empeorando la situación, ya que los hospitales se ven obligados a dar de alta a los pacientes antes de completar el tratamiento para poder atender a los heridos recién llegados. De hecho, muchos heridos ni siquiera pueden llegar a las estructuras médicas sin arriesgar aún más la vida.
En Misrata, el equipo de MSF consiguió evaluar la situación en un campamento situado cerca del puerto, donde miles de migrantes esperan a ser repatriados. Lo que hemos visto es que estas personas se encuentran en condiciones extremadamente complicadas, sin un acceso adecuado a alimentación y cobijo. Están desesperados por regresar a sus países de origen, añade Rostrup.
En esta segunda evacuación, el equipo de MSF que atendió a los heridos a bordo del barco estaba compuesto por siete médicos, seis enfermeras y un psicólogo, incluyéndose entre ellos nueve voluntarios tunecinos. De entre los 64 pacientes, 10 se encuentran en estado crítico, tres están en ventilación mecánica y tres más con oxigenación; otro de los pacientes padece anemia severa y necesita trasfusiones.
El barco llegó al puerto de Zarzis a primera hora del sábado. Su traslado a la ciudad de Sfax, donde hay una docena de hospitales y clínicas, ha sido organizado por las autoridades tunecinas de salud y la Media Luna Roja.
Esta evacuación es una operación independiente de todas las partes en conflicto, de acuerdo con los principios de neutralidad e imparcialidad que guían la labor de MSF. Mientras continúa el conflicto en Libia, MSF refuerza su asistencia a las víctimas de la violencia sin importar su afiliación u origen, e independientemente de consideraciones de orden político.
MSF reitera su llamamiento a las partes en conflicto para que permitan el acceso sin cortapisas a la asistencia médica a todos los libios afectados por la violencia. Asimismo, la organización reclama el respeto de las instalaciones médicas, el personal sanitario y los vehículos de transporte de pacientes.
MSF en Libia
Durante la primera operación de evacuación de pacientes desde Misrata a Túnez el pasado 3 de abril, MSF trasladó a 71 personas. Asimismo, donó al comité médico libio seis toneladas de materiales médicos de emergencia con el fin de ayudar a las estructuras de salud a responder a la llegada de pacientes. El pasado 21 de marzo, MSF ya había enviado un primer cargamento con kits quirúrgicos para 300 heridos al hospital de Misrata, en el que se había reportado la llegada de gran cantidad de heridos así como graves carencias de medicamentos.
En la ciudad de Bengasi, en el este del país, los equipos de MSF siguen trabajando con el comité médico libio para proporcionar apoyo donde sea necesario, incluyendo respaldo técnico de gestión de stocks a la farmacia central de la ciudad. En el hospital Al Jalaa, principal centro de urgencias y también hospital de referencia para todo el este de Libia, los equipos de MSF están dando respaldo en la gestión del personal de enfermería. MSF sigue enviado suministros médicos a Libia con el fin de que puedan ser distribuidos en las zonas donde los combates hayan generado más necesidades. Desde el pasado 24 de febrero, han llegado a Bengasi 44 toneladas de medicamentos y suministros, incluidos kits para el tratamiento de quemados.
En el paso fronterizo de Ras Ajdir, en Túnez, los equipos de MSF han estado prestando asistencia psicológica a las personas que han salido de Libia huyendo del conflicto. Asimismo, la organización trabaja en el campo de tránsito de Choucha, donde los migrantes esperan a ser repatriados o reasentados. Desde que comenzó la violencia en Libia, la prioridad de MSF ha sido acceder a las zonas de mayor necesidad.