Los equipos retoman las actividades en el este del país, aportando personal y suministros médicos donde las necesidades lo requieran. MSF apela a las partes en conflicto a que respeten las instalaciones médicas y permitan el acceso de la ayuda humanitaria.
Los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) han vuelto a entrar en Libia después de verse obligados a salir por motivos de seguridad el pasado 15 de marzo.
Hoy, siete miembros de la organización trabajan en las ciudades de Bengasi y Tobruk, y se disponen a retomar las evaluaciones de necesidades médicas y el suministro de personal y materiales allí donde la situación lo requiera.
Desde que entramos por primera vez el 24 de febrero, nuestro objetivo ha sido llegar a las zonas donde los combates han generado más necesidades, explica Simon Borroughs, coordinador de emergencias de MSF en Libia.
MSF reitera la importancia de respetar las instalaciones y el personal médico, así como los vehículos sanitarios de transporte de pacientes, y apela a todas las partes en conflicto a que permitan el libre acceso de la asistencia a las zonas con necesidades médico-humanitarias.
La organización también está intentando entrar a Libia desde Túnez. Sin embargo, a pesar de los reiterados esfuerzos por parte de MSF desde el pasado 23 de marzo, los equipos todavía no han sido autorizados a cruzar la frontera.