Desde el pasado martes, lluvias torrenciales han causado graves inundaciones en la región montañosa ubicada al norte de Río de Janeiro. Se estima que más de 630 personas han fallecido como consecuencia de las inundaciones y de los desmoronamientos de tierra resultantes, mientras otras miles han quedado sin hogar. Luego de realizar una exploración de las áreas más afectadas, Médicos Sin Fronteras (MSF) está movilizando a dos equipos médicos para realizar clínicas móviles en São José do Vale do Rio Preto y Nova Friburgo.
En São José do Vale do Rio Preto, se estima que 10.000 personas han sido afectadas por las inundaciones y más de 1.200 personas se vieron desplazadas. En Nova Friburgo, una de las poblaciones más afectadas, se cree que más de 5.000 personas fueron desplazadas o quedaron sin hogar. Los equipos de MSF con un médico, un psicólogo y un enfermero en cada uno- viajarán a zonas aisladas donde la población no ha podido recibir aún atención sanitaria. Los equipos móviles proveerán además atención psicológica a los familiares de las víctimas, a las personas desplazadas o sin hogar, así como a los trabajadores de salud locales.
Ha estado lloviendo continuamente y el acceso a las áreas afectadas es difícil. Algunos caminos han sido completamente bloqueados por deslizamientos de barro, dijo el doctor Sergio Cabral, integrante del equipo de MSF que participó de la exploratoria. A pesar de la amplia movilización de la comunidad y de otras organizaciones para proveer asistencia a las personas afectadas por las inundaciones, la ayuda todavía no es suficiente para cubrir todas las necesidades, especialmente en las áreas más remotas. En São José do Vale do Rio Preto, la población casi no ha recibido ayuda aún, y la mayoría de las estructuras de salud no están funcionando. También encontramos una acuciante necesidad de apoyo en salud mental en las áreas afectadas, tanto para las víctimas como para el personal sanitario que ha estado intentando hacer frente al desastre, agregó.