MSF insta al Gobierno griego a que aplique inmediatamente medidas que sirvan para garantizar unas condiciones dignas en la acogida de los migrantes.
Los migrantes y solicitantes de asilo recluidos en centros de detención de la región de Evros, en el noreste de Grecia, se encuentran en una situación crítica. Durante los últimos dos meses, el número de migrantes sin documentos oficiales que cruzan la frontera desde Turquía a Grecia ha aumentado significativamente, con 200 a 300 nuevas llegadas cada día. Como resultado de la creciente afluencia, los centros de detención están desbordados y las celdas se encuentran en unas condiciones deplorables. Para responder a las urgentes necesidades de los migrantes detenidos, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha iniciado una intervención de emergencia en esta región griega fronteriza con Turquía, donde sus equipos ya están prestando asistencia médica y humanitaria.
Tras una evaluación llevada a cabo en noviembre en dos centros de detención (Venna, Fylakio) y tres puestos fronterizos de la policía (Soufli, Tychero y Feres), MSF ha podido comprobar las inhumanas condiciones en las que se mantiene a los inmigrantes detenidos.
La mayoría de los centros de detención están sobrepasados y operan dos o tres veces por encima de su capacidad. La falta de espacio es acuciante, la gente tiene que dormir en el suelo junto a los baños, y los hombres, mujeres, niños de muy corta edad y menores no acompañados tienen que permanecer juntos en las mismas celdas.
Los centros de detención con capacidad superior a 100 personas suelen tener sólo dos retretes y dos duchas, y hay una falta significativa de material de limpieza e higiene personal. Y si bien es cierto que hay presencia de profesionales del Ministerio de Salud en la mayoría de los centros de detención (incluyendo médicos, enfermeros y psicólogos), los servicios médicos para cubrir las necesidades de los detenidos no son los adecuados. El personal sanitario es insuficiente, no hay servicios de interpretación, y no se hacen exámenes médicos y seguimiento a los recién llegados. Además, los migrantes y solicitantes de asilo reciben poca o ninguna información sobre su situación jurídica y sobre el sistema de detención.
«Para todas las personas que han sido detenidas, la situación es crítica. Los migrantes no tienen ningún lugar habilitado para dormir, no se les permite salir al patio y muchos de ellos son obligados a vivir durante semanas o incluso meses en unas condiciones de vida inaceptables», explica Ioanna Pertsinidou, coordinadora de MSF en Evros. «Decidimos intervenir de inmediato para prestar atención médica y asistencia humanitaria lo antes posible».
Desde principios de diciembre, un equipo de MSF ha estado en la región de Evros prestando asistencia sanitaria y trabajando para mejorar las condiciones de vida y de higiene en los centros de detención. Dos médicos de MSF están trabajando en los puestos fronterizos de la policía griega en Tychero y Soufli, donde tratan a pacientes que en su mayoría sufren de infecciones respiratorias y de la piel debido a las duras condiciones de vida que soportan.
Mientras tanto, un logista de la organización está trabajando para mejorar el saneamiento dentro de las instalaciones y miembros del equipo de MSF están distribuyendo sacos de dormir a los detenidos.
«Lo que vemos todos los días dentro de los centros de detención no es fácil de describir. En el puesto fronterizo de Soufli, que tiene espacio para 80 personas, hay días en los que hay más de 140 inmigrantes detenidos. En Tychero, con una capacidad para 45, hemos contado hasta 130 personas. En Feres, con una capacidad de 35, anoche se distribuyeron sacos de dormir a los 115 migrantes detenidos. Una mujer que sufría un serio problema ginecológico nos dijo que no tenía espacio para dormir y que por ello no tenía otra opción que dormir en los aseos. Hace unos días, en el centro de detención de Fylakio, varias celdas se inundaron con aguas residuales de los inodoros rotos. Nuestros equipos han desinfectado tanto las células como los aseos, pero el estado de los baños es verdaderamente lamentable. En Soufli, donde los inviernos son conocidos por ser muy duros, la calefacción no funciona y no hay agua caliente. En muchos centros de detención, hemos visto a muchos menores no acompañados detenidos durante muchos días en las mismas celdas que los adultos y sin poder salir al patio», enumera Pertsinidou.
Para responder a la inaceptable situación actual y garantizar unas condiciones humanas y dignas para los migrantes detenidos, es necesario dar una respuesta inmediata y coordinada. Por ello, MSF insta al Gobierno griego a que aplique inmediatamente medidas destinadas a respetar la dignidad de los migrantes y solicitantes de asilo y a garantizar unas condiciones adecuadas para la acogida de los mismos. La organización médica insta a su vez a la UE y a sus Estados miembros a compartir la responsabilidad de la recepción de solicitantes de asilo y migrantes, en lugar de centrarse solamente en medidas restrictivas, tales como el despliegue de los llamados Frontex o equipos fronterizos de intervención rápida.