Los servicios de urgencias de Médicos Sin Fronteras (MSF) siguen atendiendo a un número importante de pacientes, aunque la naturaleza de sus dolencias va cambiando poco a poco. Cada vez llegan menos personas con heridas causadas directamente por el terremoto y más con problemas indirectamente relacionados con el desastre: aumenta el número de niños con diarrea o el de personas con síntomas físicos de traumas psicológicos; también ha habido algunos casos de tétanos, una peligrosa enfermedad.
Sin embargo, los quirófanos de MSF continúan a pleno rendimiento. Los equipos quirúrgicos en Léogâne siguen realizando 30 intervenciones diarias, al igual que en el nuevo hospital de Carrefour. El hospital de campaña inflable de Saint-Louis sigue centrado en cirugía de fracturas abiertas y los quirófanos de Choscal atienden, entre otros casos, heridas de bala y accidentes de tráfico.
La imperiosa necesidad de servicios postoperatorios y de espacios donde ofrecerlos, ha acelerado la habilitación de nuevas actividades y estructuras. El centro de Delmas 30, con capacidad para 100 camas, empieza a recibir pacientes esta semana; en Bicentenaire ya hay 60 camas preparadas en entoldados de lona; el centro habilitado en el Liceo de Puerto Príncipe abre hoy sus puertas. Ante la posibilidad de que pacientes atendidos en otros centros no puedan seguir su recuperación a más largo plazo en los mismos, los equipos de MSF recorren la ciudad en busca de estos casos.
MSF ha detectado en sus hospitales a algunos niños con desnutrición, a los que ha tratado con alimentación terapéutica, pero todavía no está claro si se trata de un problema de desnutrición más generalizado. El impacto del desastre en la salud mental de la población está llevando a MSF a ampliar sus actividades en este campo. Las clínicas móviles, que atienden a unas 140 personas diarias en Puerto Príncipe, han incorporado a un especialista en salud mental, al igual que los centros de las localidades de Dufour y Darbon. En Léogâne, más del 20% de las consultas son por problemas psicológicos.
También se están ampliando las actividades de agua y saneamiento. Allí donde hay estructuras médicas de MSF, los equipos ofrecen estos servicios básicos a la comunidad. En el campo internacional de Grace, donde se acogen unas 15.000 personas, la organización está suministrando agua potable. En Jacmel, Léogane y en las inmediaciones del hospital de Saint-Louis (Puerto Príncipe), ya hay letrinas, duchas y suministro de agua. El siguiente paso es ofrecer estos servicios a otros campos más pequeños a lo largo de la carretera de salida de la capital.