También se retoman los servicios de salud primaria y materno-infantil. Se confirma además el fallecimiento de varios trabajadores de la organización.
Tras doce días en los que las labores médicas más urgentes consistían sobre todo en operar cuanto antes a los heridos más graves y en estabilizar a aquellos que presentaban una situación más complicada, los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) han comenzado a reorientar sus prioridades para tratar de cubrir los siguientes niveles de necesidad que presenta la población. En algunos lugares de Puerto Príncipe, los trabajadores de MSF han comenzado a ver cómo se incrementa en sus hospitales el número de pacientes que presenta infecciones o complicaciones después de haber recibido tratamientos básicos durante los días inmediatamente posteriores al desastre. La carga de trabajo de los servicios de medicina general no ha disminuido durante estos últimos días, y el desafío que supone manejar el creciente número de pacientes que requieren cuidados postoperatorios se presenta como un verdadero reto. Queda mucho trabajo por delante para lograr reconstruir en un futuro próximo el sistema de atención médica y lograr cubrir las necesidades de los ciudadanos en atención primaria y materno-infantil.
Al mismo tiempo, los equipos de MSF continuarán atendiendo a un importante número de pacientes que requieren cirugía. En el hospital Chancerelle está siendo rehabilitado un segundo quirófano y pronto será funcional de nuevo. En el hospital Choscal, situado en el barrio de Cité Soleil, el quirófano ha atendido estos días las urgencias de obstetricia y a varios pacientes que presentaban heridas de bala o de puñaladas. Aunque es cierto que ha habido un aumento de las tensiones en la zona, el número de heridos debido a la violencia es relativamente bajo, con un promedio de unas tres personas al día. Marie-Christine Ferir, una de las coordinadoras de MSF en la emergencia, pide que este tipo de casos se miren con perspectiva, puesto que «antes de que ocurriera este sismo, esta era una zona ya de por sí complicada, con muchos problemas sociales y con un largo historial de violencia. Evidentemente, las tensiones han aumentado tras el terremoto, pero el número de personas atendidas por heridas de bala o machete, entra dentro de lo normal aquí».
En el municipio de Les Cayes, MSF ha comenzado a prestar apoyo en el hospital local y ha operado a alrededor de 150 personas con heridas graves que de alguna manera habían sido trasladados desde la capital hasta allí. En las próximas horas, unas 80 personas que estaban en el hospital de Trinité, serán transferidas hasta el gran hospital de campaña instalado en Puerto Príncipe, para unirse a los 100 que fueron llevados desde el hospital Pacot en el día de ayer y que ya están instalados en el interior de seis grandes tiendas. En otro de los hospitales de campaña, situado en este caso junto al hospital de Carrefour, cerca de 40 personas ya han sido sometidas a cirugía, 60 pacientes han sido hospitalizados, y se han pasado unas 350 consultas.
Por otra parte, las consecuencias psicológicas que ha tenido la catástrofe para la población haitiana aparecen de forma cada vez más clara. Los psicólogos de MSF, con una importante experiencia de trabajo en salud mental en zonas afectadas por desastres de este tipo, han comenzado a atender a los pacientes en los hospitales, así como a los trabajadores de MSF que estaban en el país en el momento del seísmo.
En los últimos días se han comenzado a cubrir también otro tipo de necesidades como la distribución de artículos básicos para las familias que han visto cómo sus hogares quedaron completamente destruidos. En Jacmel se han repartido kits básicos con mantas, cubos, jabón y utensilios de cocina, y en los próximos días, con la llegada de más materiales por vía marítima, se comenzará el reparto en otras localidades.
Los equipos de las clínicas móviles de MSF, que en los días pasados han estado atendiendo a pacientes en otros puntos de Haití que habían sufrido enormes destrozos, están encontrando un importante número de personas en la capital que necesitaban atención médica. Todos los hospitales que quedan operativos en la ciudad han estado desbordados desde el mismo día del terremoto atendiendo a los heridos más graves. Por ello ha sido muy complicado atender a aquellos pacientes que presentan enfermedades menos graves o a los heridos que necesitan cuidados a más largo plazo. Sin embargo, corremos el riesgo de que estas enfermedades o heridas empeoren si no las tratamos rápidamente, concluye Marie-Christine Ferir.
Sólo en la jornada del viernes, en el que fue el primer día de trabajo de estas clínicas en la capital, se prestaron cuidados a unas 200 personas que necesitaban limpieza de heridas, un cambio de vendajes, suturas o, en algunos casos, que se les derivara a uno de los hospitales de MSF para que se les prestara una atención más especializada. En otros lugares como Leogane y Grand-Goâve, los equipos de MSF siguen también desplazándose para localizar a los heridos que necesitan atención médica y referir a los hospitales a aquellos que requieren de atención quirúrgica.
Aunque el número total de de trabajadores de MSF en la emergencia ha aumentado considerablemente con los refuerzos enviados durante los pasados días, nos ha llevado mucho tiempo poder localizar a algunos de los compañeros haitianos que estaban trabajando en los proyectos que teníamos en marcha antes del terremoto. A pesar de que muchos han perdido a sus familiares y se han quedado sin casa, una gran parte de ellos ha seguido trabajando y muchos otros se han reincorporado progresivamente. Lamentablemente, podemos confirmar que cuatro de nuestros colegas murieron a causa del terremoto y que otros cuatro que hasta hace poco habían trabajado con nosotros también perdieron la vida. A día de hoy aún estamos tratando de confirmar lo que ha pasado con otros seis compañeros que siguen desaparecidos, declara Aitor Zabalgoezkoa, director general de MSF.