Con clínicas móviles, atención en salud mental, y distribución de una gran cantidad de material humanitario, MSF llega a las zonas más aisladas.
Diez días después de que un terremoto sacudiera la isla de Sumatra, la ayuda masiva está llegando. MSF está concentrando sus esfuerzos en las áreas más olvidadas. Algunas aldeas severamente dañadas sufren todavía a causa de que el acceso a ellas es muy difícil, y algunas más alejadas al epicentro apenas han recibido asistencia. Los equipos de MSF han comenzado a realizar clínicas móviles en esas áreas y están dando atención de salud mental a los supervivientes. También han iniciado la distribución de material de ayuda humanitaria así como el establecimiento de fuentes de agua potable.
Una gran cantidad de ayuda ha llegado y la mayor parte de la región afectada está ya recibiendo asistencia. Por ello, tratamos de identificar las necesidades que aún quedan sin atender, dijo Renzo Fricke, coordinador de la emergencia. Una de estas áreas donde no hay mucha atención es Padang Alai, una región montañosa donde varios pueblos y aldeas fueron sepultados por los deslizamientos de tierra. La ayuda llega de manera muy lenta ya que se transporta solamente en moto o a pie. MSF ha comenzado la distribución de mantas, láminas de plástico y contenedores a las víctimas de esta zona, y se continuarán incrementando las operaciones en más aldeas.
Otro equipo está interviniendo en el sur de Padang, una región que fue menos afectada por el terremoto, pero que por esa misma razón aún sufre el olvido de los principales esfuerzos de ayuda. MSF, en cooperación con las autoridades locales de salud, ha comenzado a realizar clínicas móviles en 2 aldeas de la zona y ampliará sus actividades a otros 3 pueblos. Otras clínicas móviles se han comenzado a realizar en los alrededores de Pariaman. Aunque las intervenciones de vida o muerte han terminado ya, las miles de personas que han perdido sus bienes y seres queridos requieren atención médica. Mucha gente vive ahora en la intemperie, con pésimas condiciones higiénicas y muy poco acceso a agua potable. Prevemos que habrá muchas infecciones respiratorias, diarreas y otras patologías como resultado de las pobres condiciones de vida, dijo Loreto Barceló, médico de MSF en el equipo de la emergencia.
En las áreas más afectadas, muchas víctimas está traumatizadas. La mayoría de los pobladores han perdido sus casas y todos sus bienes, y algunos, sus familiares. Los psicólogos de MSF llevan a cabo sesiones donde explican los mecanismos de respuesta ante experiencias traumáticas semejantes. Los psicólogos están apoyando los casos más graves.
MSF ha enviado cerca de 80 trabajadores a la zona del desastre, incluyendo médicos, enfermeras, psicólogos, logistas y técnicos de agua y saneamiento, tanto internacionales como indonesios. Ya ha llegado un cargo de 43 toneladas de material humanitario que incluye equipos médicos, fármacos, material logístico y de ayuda, y se está procurando más material en el mismo país.