Con motivo del XLV Congreso de la Sociedad Brasileña de Medicina Tropical que se celebra estos días en Recife, Brasil, MSF advierte sobre un aumento de la enfermedad en nuevas áreas del país, como la Amazonía y la periferia de las grandes ciudades.
En el año del centenario del descubrimiento de la enfermedad de Chagas, Médicos Sin Fronteras (MSF) ve con preocupación la evolución de la enfermedad en el mundo, principalmente en Latinoamérica y en los países que reciben el mayor número de inmigrantes del área afectada, como España y Estados Unidos.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, cerca de 13 millones de personas viven con la enfermedad en Sudamérica y América Central. En todo el mundo, ese número aumenta hasta llegar a los 18 millones de habitantes afectados. En Latinoamérica la mayor prevalencia ocurre en Bolivia, donde MSF trabaja en proyectos de Chagas con un equipo de 35 personas.
La enfermedad de Chagas es causada por un parásito llamado Trypanosoma Cruzi que se transmite principalmente por la picadura de un insecto conocido como vinchuca. En Brasil, donde se le conoce como «barbeiro», una de las clases del triatomíneo ha sido eliminada, pero sigue existiendo el riesgo de transmisión del Mal de Chagas por medio de transfusiones sanguíneas y transplantes de órganos, de madre a hijo o por vía oral. Brasil es un país endémico y poco a poco el Mal de Chagas se mueve a áreas que antes no estaban afectadas, como la Amazonía y las periferias de ciudades tales como San Pablo, que tiene casi 12 millones de habitantes.
Los dos únicos medicamentos disponibles para el tratamiento de la enfermedad de Chagas son el nifurtimox y el benznidazol, pero no son ideales. Sus tasas de curación rondan sólo el 60% o 70%. Ambos se desarrollaron hace casi 50 años y presentan muchos efectos secundarios. Dada su limitada producción, su disponibilidad a largo plazo no está garantizada.
También hacen falta formulaciones pediátricas de estos medicamentos ya que, para su administración en niños, las pastillas actuales deben partirse manualmente o disolverse en leche o jugo, lo que torna inexactas a las dosis suministradas.
MSF trabaja con otras organizaciones nacionales e internacionales para concienciar sobre el Chagas y fomentar la investigación y desarrollo de nuevas pruebas diagnósticas y medicamentos eficaces.