MSF expresa su preocupación por las personas que han huído del conflicto y por la posible interrupción de los tratamientos de tuberculosis de sus pacientes.
Tras estallar la violencia en Osetia del Sur y los posteriores ataques del Ejército ruso contra territorio georgiano, MSF expresa su preocupación por la situación de las miles de personas que han huido del conflicto, así como por la posible interrupción de sus proyectos de tratamiento de tuberculosis multirresistente en Georgia y en la región de Abjasia. Por el momento, los equipos de MSF no han conseguido entrar en Osetia del Sur, aunque en los próximos días intentarán hacerlo tanto desde Osetia del Norte (Rusia) como desde Georgia.
Dos equipos de evaluación de MSF llegaron el pasado fin de semana a la región rusa de Osetia del Norte, donde se esperaba a la llegada del principal flujo de desplazados que huyen de la violencia en Osetia del Sur. Aunque resulta difícil concretar cifras, es evidente que muchas personas están escapando de la zona de conflicto, dirigiéndose principalmente a través de la frontera a Osetia del Norte, pero también a otras regiones de Georgia.
Los equipos están evaluando las necesidades de los desplazados y están preparados para proporcionar respaldo, tanto con personal sanitario como con kits médicos y otros materiales de primera necesidad. Por el momento, parece que las necesidades de quienes han cruzado a Osetia del Norte están bien cubiertas por las autoridades sanitarias y los servicios de protección civil rusos.
Por su parte, los equipos de los proyectos regulares de MSF en Georgia y Abjasia se están preparando para proporcionar respaldo a los hospitales georgianos y para evaluar las necesidades de los desplazados. El equipo de Tiblisi (capital de Georgia), prestará respaldo a varios hospitales en colaboración con las autoridades sanitarias locales, proporcionando medicamentos para los pacientes ingresados con heridas y quemaduras. Los últimos datos indican que hospitales de varias regiones del país han admitido a unos 1.200 heridos hasta ahora.
El miércoles, además, se llevarán a cabo otras evaluaciones en los campos para desplazados internos situados en los alrededores de Tiblisi. Actualmente se cuentan tres campos en la propia ciudad y cinco más en su periferia, con unos pocos cientos de personas en cada uno de ellos.
PREOCUPACIÓN POR LOS PACIENTES DE TB
Una preocupación añadida para los equipos de MSF es la continuidad de sus proyectos para pacientes de TB multirresistente en Sujumi (capital de Abjasia) y Zugdidi (centro-oeste de Georgia): suspender un programa de tratamiento, aunque sólo sea durante unos pocos días, puede tener consecuencias muy negativas para los pacientes.
Por el momento, ambos proyectos continúan con sus actividades. En Sujumi, el equipo sigue proporcionando tratamiento a 80 pacientes tanto en el hospital como a través de sus siete clínicas móviles. En Zugdidi, los trabajadores internacionales han sido evacuados pero el personal local de MSF sigue proporcionando atención médica en las estructuras de salud a los cerca de 120 pacientes actualmente en tratamiento.
A pesar de ello, en Zugdidi, tres pacientes con TB ya han dejado el hospital, lo que con toda probabilidad tendrá un efecto negativo en sus tratamientos. Además, siendo la tuberculosis una enfermedad contagiosa, su marcha supone también una seria amenaza para aquellas personas con las que puedan entrar en contacto.
Los proyectos de Sujumi y Zugdidi disponen aún de suministros médicos para cubrir dos semanas de actividades. Sin embargo, pasado ese plazo, habrán agotado las existencias de uno de los compuestos necesarios para el tratamiento de la TB multirresistente (PAS, ácido para-aminosalicílico), lo que perjudicará la continuidad de la atención a los pacientes de MSF.
MSF trabaja en Georgia desde 1993.