Nairobi, 10 de octubre de 2007-La organización internacional médico-humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) hace hoy un llamamiento para aumentar y ampliar el uso de alimentos preparados ricos en nutrientes o RUF (Ready-to-use food) para reducir los cinco millones de muertes anuales relacionadas con la desnutrición de niños menores de 5 años en todo el mundo. La actual ayuda alimentaria, centrada en combatir el hambre sin tratar la desnutrición, no es suficiente para cubrir las necesidades de estos niños que corren un riesgo de muerte mayor, advierte MSF.
No sólo se trata de cuánta comida ingieren los niños, sino de qué contiene esa comida, explica el Dr. Christophe Fournier, presidente internacional de MSF. Sin la cantidad suficiente de vitaminas y nutrientes esenciales en sus dietas, los niños se vuelven vulnerables a enfermedades contra las que podrían luchar con facilidad en una situación normal. Los llamamientos para el aumento de la ayuda alimentaria ignoran las necesidades especiales de los niños pequeños, que son los que corren el mayor riesgo de muerte.
Los RUF van empaquetados en raciones individuales y contienen todos los nutrientes, vitaminas y minerales necesarios para estos niños pequeños. Este alimento terapéutico, a base de leche en polvo, azúcares y grasas vegetales, puede ser producido y almacenado localmente, y es fácil de transportar incluso en climas cálidos. Permite a los niños recuperarse de la desnutrición y restablecer sus niveles de crecimiento. Al ser muy fácil de usar, las madres no médicos ni sanitarios pueden administrarlo con totales garantías, lo que significa tratar a más niños en riesgo.
En Somalia, estamos dando paquetes con alimentos preparados para los niños con desnutrición aguda, y vemos cómo ganan peso y empiezan a progresar en un par de semanas, dice el Dr. Gustavo Fernández, coordinador general de MSF en Somalia. Los RUF son prácticos de usar en lugares como Somalia, donde la situación de seguridad es muy mala. También son necesarias las distribuciones generales de alimentos, pero no son muy efectivas para tratar a niños menores de 3 años.
La desnutrición aguda severa en la primera infancia es común en grandes áreas del Cuerno de África, el Sahel y el sur de Asia, los puntos calientes de desnutrición del mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 20 millones de niños sufren desnutrición aguda severa en algún momento y MSF estima que sólo un 3% de ellos tendrá acceso a los RUF en 2007.
El uso terapéutico de los RUF sólo para niños severamente desnutridos, como actualmente recomiendan las directrices de la OMS, el Programa Mundial de Alimentos (PAM) y UNICEF, es demasiado restrictivo. Por sus beneficios nutricionales, los alimentos preparados tienen el potencial de abordar la desnutrición en sus primeros estadios y son más efectivos que la mezcla de harina enriquecida que se distribuye normalmente. MSF está llevando a cabo un programa piloto en el que utiliza RUF modificados como suplemento para prevenir la desnutrición aguda en los niños.
En vez de esperar a que los niños estén gravemente enfermos, hemos decidido actuar antes, explica la Dr. Susan Sheperd, coordinadora médica de MSF en Maradi, Níger. Estamos realizando un programa piloto donde damos RUF a todos los niños menores de 3 años que viven en comunidades de riesgo, para aportarles los nutrientes que faltan en su dieta normal.
Con este tratamiento temprano de prevención, puesto en marcha en Níger, MSF está dando a las madres envases de RUF como suplemento a la dieta normal de sus hijos. Los primeros resultados de este programa en curso, que alcanza a más de 62.000 niños, indican que el uso de este tipo de alimentos es significativamente más efectivo que el enfoque tradicional de proporcionar harinas enriquecidas o aceite para cocinar a las madres con niños pequeños.
Investigadores, productores y usuarios de los RUF deben trabajar conjuntamente para desarrollar nuevos productos y que estén disponibles. Hay que encontrar estrategias adaptadas para su uso en el tratamiento temprano y la prevención de la desnutrición infantil, así como para la nutrición materna.
MSF hace un llamamiento a los donantes y a las agencies de Naciones Unidas para que aceleren urgentemente la introducción y expansión del uso de los RUF. Esto supondría una nueva asignación de fondos a fin de cubrir el coste de 750 millones de euros para poder llegar a los más vulnerables. Pero también habría que reordenar las estrategias de ayuda alimentaria, teniendo en cuenta productos ya existentes y de nuevo desarrollo que tienen el valor nutritivo necesario para curar a los niños desnutridos.
MSF ha tratado la desnutrición infantil con alimentos terapéuticos preparados desde que los primeros productos salieron al mercado a finales de los noventa. En 2006, trató a más de 150.000 niños con desnutrición aguda en 22 países.