En el sur de la Franja de Gaza, ayer por la mañana, un proyectil parecido al de un tanque atravesó la pared del edificio donde más de 100 miembros de nuestro personal y sus familiares buscaban refugio en Khan Younis.
La niña de cinco años resultó gravemente herida por el ataque y fue operada en el Hospital Europeo de Gaza. Sin embargo, murió más tarde a causa de sus heridas, el 9 de enero. Otras tres personas resultaron levemente heridas en el ataque.
“Estamos indignados y profundamente entristecidos por la muerte de otro familiar más de nuestro personal de MSF. Este ataque contra civiles es inaceptable y, una vez más, demuestra que no importa dónde estés en Gaza, ningún lugar es seguro”, afirmó Thomas Lauvin, nuestro coordinador de proyectos en Gaza.
«El proyectil no detonó al impactar; de lo contrario, muchos más miembros de nuestro personal y sus familias probablemente habrían muerto».
Antes del incidente, notificamos a las fuerzas israelíes que en el refugio cercano al Hospital Europeo de Gaza albergaba a nuestro personal y sus familias. Además, no se emitieron órdenes de evacuación antes del ataque. Aunque desde nuestra organización no podemos confirmar el origen del misil, parece ser similar a los utilizados por los tanques israelíes. Nos hemos puesto en contacto con las autoridades israelíes y estamos pidiendo explicaciones.
Cuatro miembros de nuestro personal han muerto desde el comienzo de la guerra, además de numerosos familiares.
Reiteramos nuestro llamado a un alto el fuego inmediato y sostenido en Gaza. La violencia indiscriminada contra los civiles debe terminar ahora.
Médicos Sin Fronteras pedimos un alto el fuego inmediato e incondicional que salve las vidas de los gazatíes y restablezca el flujo de ayuda humanitaria del que depende la supervivencia de la población de Gaza.
Tras casi tres meses de guerra, los incesantes e indiscriminados ataques de Israel sobre Gaza han destruido edificios y barrios enteros en el norte de la Franja, reduciéndolos a escombros y cascotes. La campaña de bombardeos se ha trasladado a la zona central y al sur con creciente brutalidad.
Desde el 7 de octubre hasta el 28 de diciembre, más de 22.000 personas han muerto y más de 54.000 han resultado heridas. Además, se calcula que entre 7.000 y 8.000 personas están bajo los escombros, según las autoridades sanitarias locales.