Desde nuestra organización denunciamos el aumento del número de ataques que la población migrante sufre en el paso por la selva del Darién, frontera natural entre Colombia y Panamá, así como su nivel de brutalidad y crueldad extrema.
En las últimas semanas, los equipos sanitarios han registrado más ataques de extraordinaria violencia y violencia sexual, en un número inédito de asaltos, en lo que se teme que pueda ser un empeoramiento de la situación ya terrible de la ruta por la selva.
En solo una semana de febrero, según cifras preliminares, 113 personas fueron atendidas por los equipos médicos tras haber sufrido agresiones sexuales por parte de grupos criminales que operan en el Darién; entre ellas, nueve menores de edad.
Esta cifra se acerca a la de los 120 casos que se atendieron en todo el mes de enero, que también destaca si se tiene en cuenta que en todo el pasado año se atendieron 676 casos por esta causa.
Esta tendencia creciente hace temer a la organización médica que los ataques a los migrantes vayan a recrudecerse y acelerarse, a la par que se mantenga el nivel de impunidad con la que estos grupos criminales operan.
“Es inconcebible. Ya habíamos llegado a números altísimos en diciembre y enero, y se había hablado de muertes ocasionalmente. Pero ahora en los últimos asaltos, el nivel de brutalidad es extremo: una docena de hombres armados retienen a grupos de migrantes más y más numerosos, de entre 100 y 400 personas, los amenazan, los agreden, abusan sexualmente de las mujeres de forma sistemática, frente a los demás migrantes e incluso delante de sus familias e hijos y, en un último episodio, diversos migrantes nos han detallado cómo los que se negaban a colaborar eran asesinados a tiros” Luis Eguiluz, jefe de misión de nuestra organización en Panamá y Colombia.
“Es inconcebible. Ya habíamos llegado a números altísimos en diciembre y enero, y se había hablado de muertes ocasionalmente. Pero ahora en los últimos asaltos, el nivel de brutalidad es extremo». Luis Eguiluz, jefe de misión de nuestra organización en Panamá y Colombia.
Eguiluz afirma que «es una aberración que va en aumento y, lo que es peor, no parece importar a nadie, no vemos grandes cambios en la impunidad con la que operan los asaltantes”.
Nuestras denuncias han sido ignoradas
En múltiples ocasiones hemos denunciado la situación de desprotección de los migrantes en el Darién panameño. Desde nuestra organización disponemos de equipos especializados en el tratamiento de la agresión sexual como una emergencia médica.
“Los números de violencia y violencia sexual que vemos en el Darién son insólitos, no los he visto en otras crisis humanitarias y sí vemos una gran falta de acciones para atajar la situación o ayudar en sus consecuencias”, afirma nuestro jefe de misión.
“Renovamos pues nuestra petición a las autoridades panameñas para que redoblen sus esfuerzos en la protección de aquellos más vulnerables en su territorio, especialmente en la selva del Darién, en este caso, la población migrante. Recordemos que buena parte son familias, son mujeres y niños, en situación desesperada. Es inaceptable que esto siga sucediendo”.
Desde abril de 2021, ofrecemos servicios médicos y de salud mental a la población en tránsito que llega a Panamá a través de la selva del Darién. Actualmente, estamos presentes en la comunidad de Bajo Chiquito y en la Estación de Recepción Migratoria de Lajas Blancas.