Las personas sobrevivientes de violencia sexual y de género en la capital de Haití necesitan servicios vitales, como refugios seguros, apoyo de salud mental y atención médica. Las violaciones y otras agresiones se han generalizado en los últimos años debido a la violencia y la inseguridad en la ciudad.
Nuestros equipos han brindado atención médica y psicológica integral a sobrevivientes de violencia sexual y de género desde 2015, a través de la clínica Pran Men’m en Puerto Príncipe. En noviembre, debido a amenazas contra el personal y los pacientes, se suspendieron temporalmente las actividades médicas de MSF en toda la ciudad. La clínica reabrió en diciembre y sigue recibiendo pacientes las 24 horas del día, los 7 días de la semana, de manera gratuita.
Para destacar la crisis de violencia sexual en la capital de Haití, MSF se asoció con Lyne Lucien, una artista visual haitiana galardonada en Estados Unidos. Juntas animaron el difícil proceso de recuperación de una sobreviviente, trabajo que se publicó hoy en Instagram y otras plataformas digitales.
«Esperamos que al contar las historias de los sobrevivientes, de forma sensible y anónima, podamos llamar la atención sobre los desafíos a los que se enfrentan las personas sobrevivientes en Haití y más allá, así como sobre las formas concretas en que las personas y las organizaciones pueden ofrecer apoyo. Uno de los problemas que vemos una y otra vez es que, si bien podemos ofrecer atención médica integral, los sobrevivientes no pueden regresar de manera segura a sus vidas normales y no tienen un lugar seguro a donde ir».
Diana Manilla Arroyo, jefa de misión de MSF en Haití
Un aumento de la violencia sexual
La violencia se ha generalizado en el área metropolitana de Puerto Príncipe en los últimos años. Esto se refleja en los frecuentes enfrentamientos entre grupos armados y la policía, así como en el cierre de importantes instituciones como hospitales públicos, debido a la inseguridad.
Hemos trabajado para aumentar el acceso a la atención para las personas sobrevivientes de violencia sexual y de género en Puerto Príncipe y hemos atendido a más pacientes que nunca.
En 2024, nuestros quipos atendieron a 3.125 sobrevivientes de violencia sexual y de género. Estas personas recibieron atención en la clínica Pran Men’m y en el hospital de maternidad Carrefour. Este trabajo se llevó a cabo a pesar de varias interrupciones durante el año.
En 2023, atendieron a 3.207 sobrevivientes en estos centros, lo que supuso un fuerte aumento con respecto a los 1.775 de 2022.
Nuestros equipos también brindaron atención a las personas sobrevivientes a través de clínicas móviles en varias áreas de Puerto Príncipe. Además, implementamos un nuevo programa en nuestro hospital en Cité Soleil durante 2024.
Aunque nuestros equipos siguen recibiendo a muchas sobrevivientes de violencia ejercida por sus parejas, desde mediados de 2022 ha cambiado la tendencia. Cada vez más pacientes afirman que su agresor era desconocido para ellas. Muchos de estos incidentes han implicado a grupos armados, a menudo con más de un agresor.
Un método típico utilizado por estos grupos es la intimidación con armas, como relata la sobreviviente cuya historia aparece en la animación: «Estaba en casa de mi padre cuando oímos que alguien llamaba a la puerta. Una voz desde afuera dijo que dispararía si no abríamos la puerta. Cuando abrimos, vimos a tres hombres armados, encapuchados, que nos amenazaron con matarnos si no accedía a acostarme con ellos. Y luego, los tres me violaron ese día».
Después de estos incidentes, las personas a menudo se enfrentan a un viaje de desplazamiento interno, con cicatrices tanto físicas como psicológicas de sus experiencias, como relata este paciente: «Después del incidente, tuvimos que huir de la zona y quedarnos en otra parte de la ciudad. Me sentía muerta por dentro porque los recuerdos del ataque me atormentaban y me hacían llorar sin parar».
La situación actual de conflicto en Haití ha dificultado que los sobrevivientes busquen justicia a través del sistema legal u obtengan protección de las autoridades.
Muchas de las personas sobrevivientes permanecen en los lugares de concentración de desplazados internos de Puerto Príncipe, donde se enfrentan a riesgos adicionales. Otras no tienen más remedio que dormir en la calle o regresar a las zonas donde ocurrió la agresión sexual.
En Puerto Príncipe solo existen unos pocos refugios de emergencia para sobrevivientes de violencia sexual y de género, y su capacidad es muy limitada.
Los sobrevivientes pueden estar limitados a quedarse solo unos días, o excluidos porque tienen hijos o porque tienen ciertas condiciones médicas. Los sobrevivientes también pueden necesitar asistencia económica o legal, pero estos servicios también son demasiado limitados.
El apoyo médico y psicológico también es esencial para apoyar la curación y la recuperación. Una paciente compartió su experiencia sobre cómo los servicios de salud mental la ayudaron a lidiar con las secuelas del abuso: «Encontré a un psicólogo que habló conmigo y me levantó el ánimo. Me explicó que los médicos harían todo lo posible para ayudarme».
Los servicios médicos y psicológicos deben estar disponibles en todas las etapas de la recuperación de un sobreviviente, y la atención médica oportuna es crucial para proporcionar la atención más completa posible, incluida la profilaxis y la anticoncepción inmediatas después de la exposición al VIH.
Si bien hemos aumentado nuestra respuesta, se necesitan urgentemente más servicios en las comunidades más afectadas por la violencia sexual y de género.
«Todas las personas que han sido víctimas de violencia sexual merecen tomar decisiones informadas sobre su salud y su futuro. La información y los servicios pertinentes deben estar más ampliamente disponibles, como la atención médica y psicológica, el apoyo socioeconómico, el refugio y la protección, para que los sobrevivientes puedan decidir qué es lo que mejor garantiza su dignidad, salud y autonomía corporal».
Manilla Arroyo, jefa de misión de MSF en Haití.