Las enfermedades tropicales desatendidas (ETD) afectan a más de mil millones de personas. Mayoritariamente, personas que viven en las zonas más olvidadas y remotas de los países más pobres del mundo. A pesar de esta gran cifra, siguen siendo ignoradas.
Estas enfermedades son desfigurantes, estigmatizantes, y pueden ser dolorosos y mortales. Sin embargo, se pueden tratar y también se pueden prevenir. Los gobiernos, las compañías farmacéuticas, los filántropos y las naciones ricas pueden hacer mucho más para evitarlas.
En este Día Mundial de las Enfermedades Tropicales Desatendidas, hacemos un balance de los progresos realizados en la prevención, y erradicación de estas enfermedades, y los enormes desafíos que aún persisten.
1. Noma: una enfermedad especialmente mortal para niños
Las causas exactas de Noma siguen siendo un misterio, lo que indica el nivel de negligencia. Se añadió a la lista oficial de enfermedades tropicales desatendidas en 2023, y esta mayor visibilidad podría significar un gran cambio. La campaña para que se decrete ETD fue liderada por Nigeria y respaldada por nuestra organización.
Debido a la falta de datos y al hecho de que muchos afectados se ocultan por el estigma (los sobrevivientes quedan con una grave desfiguración facial), se desconoce cuántas personas sufren la enfermedad.
Las estimaciones actuales tienen más de 25 años. Estas indican que cada año se producen 140.000 nuevos casos. 770.000 personas viven con los efectos duraderos de la enfermedad.
La enfermedad comienza en la boca, donde se desarrollan úlceras y se vuelven gangrenosas, comiendo el tejido del rostro. Si bien es fácilmente tratable con antibióticos si se detecta a tiempo, es mortal para el 90% de los niños si se produce la gangrena.
2. El Reino Unido recortó brutalmente su apoyo a las ETD en 2021
En 2021, el Reino Unido, históricamente uno de los mayores financiadores de enfermedades tropicales desatendidas, recortó su presupuesto de ayuda exterior, lo que frenó su apoyo a la compra de medicamentos vitales para tratar la leishmaniasis visceral.
El parásito de la leishmaniasis ataca y destruye el tejido vital para la función inmunitaria. Sin tratamiento puede llegar a ser mortal rápidamente. Los primeros síntomas leves se convierten en:
- fiebre prolongada,
- bazo dilatado,
- anemia y
- pérdida sustancial de peso.
La cura es una combinación de dos medicamentos inyectados diariamente durante 17 días. A través de una intensa labor de incidencia por parte de nuestros equipos y otras entidades, se encontró un nuevo financiador: el Fondo END.
3. Nos uniremos a la lucha contra otra ETD: la esquistosomiasis genital femenina
En Old Fangak, Sudán del Sur, gestionamos un hospital donde se registra la mayor carga de esquistosomiasis en el país. Sospechamos que muchas niñas y mujeres sufren una forma avanzada de la enfermedad: la esquistosomiasis genital femenina (FGS). Seguimos buscando formas de identificar y abordar la enfermedad, no solo en Sudán del Sur, sino también en otros proyectos.
La esquistosomiasis es causada por un parásito que reside en caracoles de lagos y ríos de agua dulce. Las personas se infectan a través del contacto con el agua infestada.
Aunque la esquistosomiasis recibe la mayor parte de los limitados fondos disponibles para enfermedades tropicales desatendidas, las intervenciones son en gran medida preventivas. Las niñas y mujeres que ya padecen la enfermedad avanzada y que necesitan tratamiento son olvidadas.
4. En 2024 se lanzó un programa para mejorar el acceso a la vacuna contra la rabia
A excepción del dengue y el chikungunya, la rabia (que se transmite a los humanos a través de mordeduras de animales) es la única ETD prevenible por vacunación. Sin embargo, en muchos de los 150 países donde sigue siendo una gran amenaza para la vida humana, las reservas son extremadamente limitadas y el costo de la vacuna es alto.
Si la vacuna no se recibe a tiempo el paciente se infecta con el virus. Cuando se desarrollan los síntomas clínicos, ya es demasiado tarde: la enfermedad es 100% mortal, no tiene cura.
Si bien el programa lanzado por Gavi (la alianza para las vacunas) no incluirá ninguna vacuna para los perros, los países pueden incluir la rabia en la lista de vacunas para humanos. Los ministerios de salud podrán almacenar la vacuna en clínicas y hospitales.
5. La enfermedad del sueño fue eliminada en muchos países
En los últimos 25 años, se redujo un 97% el número de personas que padecen la enfermedad del sueño. Esto ha llevado a su eliminación como problema de salud pública en Guinea Ecuatorial, Costa de Marfil, Benín, Togo, Uganda y Chad en 2024. Actualmente, Guinea también ha logrado este hito.
Este logro demuestra lo que puede suceder cuando hay voluntad política y financiación. También cuando las empresas farmacéuticas invierten en enfermedades tropicales desatendidas. Sin embargo, 1.5 millones de personas siguen en riesgo.
La enfermedad del sueño es causada por parásitos transmitidos por la picadura de la mosca tse-tsé. En una forma grave de la enfermedad, los parásitos atacan el cerebro y la médula espinal en semanas. Esto causa:
- interrupción del sueño,
- convulsiones,
- confusión y,
- finalmente, coma.
Sin tratamiento, es mortal.
La presión de la OMS y MSF persuadió a Sanofi-Aventis (fabricante del medicamento) para que diera prioridad a la enfermedad del sueño, donara el medicamento y desarrollara tratamientos nuevos. Se realizó en colaboración con DNDi, la iniciativa de Medicamentos para Enfermedades Olvidadas. Esta colaboración y la inversión continua han dado lugar a nuevos avances en la medicina. Ahora, está disponible un tratamiento oral sencillo y seguro.
6. Nuevos conflictos ponen en peligro gran parte de los avances logrados
En contexto de conflicto, las enfermedades tropicales desatendidas se descuidan aún más. En Darfur, Sudán, estamos en alerta máxima, a pesar de no haber casos confirmados en nuestros proyectos de emergencia. Otras regiones de Sudán son focos de la enfermedad. Las condiciones de desplazamiento y desnutrición favorecen brotes de leishmaniasis visceral.
Cuando personas desplazadas sin inmunidad llegan a zonas endémicas, su riesgo aumenta considerablemente. Además, los pacientes que huyen de la enfermedad pueden transmitirla a las comunidades vulnerables en las zonas a donde llegan.
Las limitaciones de acceso es una problemática distintiva del conflicto en Sudán. Los camiones con medicamentos vitales han quedado retenidos durante meses, por lo que estamos preparando reservas.
7. Persisten importantes déficits de financiación
Hay «cinco grandes» de las ETD que obtienen la mayor parte de los recursos disponibles. Estas pueden abordarse más rápidamente mediante la distribución generalizada de medicamentos a muchas personas, lo que las hace populares entre donantes.
Para las otras 16 enfermedades tropicales desatendidas, los métodos de control son más complicados y/o costosos, por lo que la financiación es mucho más limitada.
La OMS ha estimado que entre 2023 y 2025 faltaron dos mil millones de dólares para controlar las enfermedades tropicales desatendidas, excluyendo el costo de los medicamentos.
Donantes internacionales como Francia, el Reino Unido, la UE y los BRICS podrían tener un impacto significativo. Sin embargo, han estado reduciendo su financiación, en lugar de aumentar o mantener sus compromisos.
8. Las mordeduras de serpiente siguen siendo la principal causa de muerte entre las ETD
A pesar de que las mordeduras de serpiente sea la principal causa de muerte entre las ETD, los tratamientos escasean, son caros y muchos antídotos no son de calidad.
La mayoría de las víctimas aún no tienen acceso a los antídotos ya que viven demasiado lejos de un centro de salud que tenga el antídoto en stock. Incluso si pudieran llegar, no podrían pagar el alto costo.
Los antídotos suelen ser destinados a regiones específicas, por lo que se producen en pequeñas cantidades. Su potencia a menudo no es lo suficientemente fuerte, por lo que las víctimas deben comprar muchos viales. La regulación del mercado es limitada. Cada país donde se utiliza el antídoto debe evaluar la eficacia del producto contra los venenos locales.
En 2017, la OMS lanzó una evaluación de los productos existentes, solicitando muestras de varios fabricantes. Se espera que se ejerza presión sobre los productores para mejorar los productos.
9. Las pruebas diagnósticas son vitales, pero escasean
La vigilancia continua de las ETD es vital para mantenerlas bajo control, y para ello, el diagnóstico es clave. Muchas pruebas diagnósticas no siempre son precisas, por lo que se necesita inversión para mejorarlas.
Aunque se están desarrollando algunos diagnósticos nuevos, son para nichos de mercado muy específicos, por lo que es difícil persuadir a las grandes empresas para que inviertan en ellos. Hay mucho menos respaldo financiero para las pruebas diagnósticas de estas enfermedades.
Muchos medicamentos para las ETD son producidos por grandes compañías farmacéuticas como GSK. Las empresas que producen pruebas diagnósticas son mucho más pequeñas en comparación.
No existe un mecanismo mundial de acceso a las pruebas diagnósticas para las enfermedades tropicales desatendidas, por lo que los países tienen que comprar individualmente las suyas propias.
10. La reducción de fondos para la investigación de las ETD pone en peligro importantes avances médicos
En los últimos años la financiación para la investigación y el desarrollo de las enfermedades tropicales desatendidas disminuyó notablemente. Si esto continúa con una tendencia a la baja, se pondrán en riesgo los últimos pasos de los principales avances médicos.
La leishmaniasis visceral, el dengue y la enfermedad de Chagas, por ejemplo, tienen nuevos compuestos que están listos para ensayos clínicos, y una vacuna contra la esquistosomiasis también se encuentra en las primeras etapas de desarrollo. Los ensayos clínicos para las mordeduras de serpiente también podrían comenzar pronto.
Aunque hay algunos productos nuevos y emocionantes en desarrollo (con un antídoto universal que es el deseo de la mayoría de los miembros de la comunidad investigadora), para que esto se logre, la financiación debe priorizarse y sostenerse a largo plazo. El futuro de todo este progreso ahora pende de un hilo.