Ante el alarmante escenario en el norte de Brasil por COVID-19, iniciamos actividades en Rondônia

Foto descriptiva. Brasil, 08/07/2020Diego Baravelli

Con el creciente número de casos del nuevo coronavirus, tenemos equipos trabajando en zonas con sistemas de salud deficientes en los estados de Rondônia, Roraima y Amazonas. Según nuestro coordinador de emergencias, en ellos hay menos disponibilidad de camas, por lo cual si la situación empeora los cuidados intensivos simplemente pueden no estar disponibles.

Con un escenario alarmante tras el gran aumento en el número de casos y muertes por COVID-19, y el colapso de los sistemas de salud en Brasil, Médicos Sin Fronteras (MSF) moviliza equipos de emergencia para ayudar a combatir la enfermedad.

Estamos tratando de responder rápidamente al avance del nuevo coronavirus en lugares de la región norte que cuentan con sistemas de salud deficientes y poblaciones vulnerables. En MSF, nuestro objetivo es que el personal sanitario de estos lugares esté mejor preparado para hacer frente al creciente número de casos de la enfermedad. En este momento, tenemos equipos trabajando en los estados de Rondônia, Roraima y Amazonas.

“En los estados de la región norte hay proporcionalmente menos disponibilidad de camas, especialmente para los casos más severos”, explica nuestro coordinador de emergencias en Brasil, Fábio Biolchini. «Por esta razón, es muy importante intensificar las estrategias de prevención y el diagnóstico temprano de los casos moderados para evitar que empeoren y requieran cuidados intensivos, que simplemente pueden no estar disponibles«, dijo.

Rondônia

Esta semana, uno de nuestros equipos inició actividades en la ciudad de Porto Velho, capital del estado de Rondônia. El apoyo incluye el refuerzo de los equipos médicos, la mejora de los protocolos de prevención y control de infecciones y la formación de los equipos locales en las Unidades de Atención de Emergencias (Unidades de Pronto Atendimento o UPA’s en portugués). Las acciones se pueden adaptar y modificar según las necesidades, pues la situación es bastante volátil.

Por lo general, los procedimientos de emergencia se realizan en las UPA y los pacientes que necesitan atención adicional son trasladados a un hospital una vez estabilizados. Sin embargo, con el aumento de casos de COVID-19, los hospitales están sobrepasados y los equipos locales se ven obligados a alojar a sus pacientes en las UPA. Hay pacientes en estado moderado, pero también algunos en estado grave o que requieren cuidados intensivos. Debido a esto, se están improvisando Unidades de Cuidados Intensivos.

La situación con respecto al COVID-19 también está siendo monitoreada en otras localidades de Rondônia. Existe una preocupación por el suministro de oxígeno, pues algunas ciudades tienen pocas existencias de este vital insumo. La situación es preocupante por el aumento del consumo provocado por el aumento de pacientes con COVID-19.

Roraima

Ya habíamos estado trabajando en localidades del estado de Roraima, y en las últimas semanas se han tomado acciones contra el COVID-19 en Pacaraima, en la frontera con Venezuela (a 214 km de la capital, Boa Vista) y Caracaraí (a 142 km de la capital), además de en la capital, Boa Vista.

En Pacaraima, el equipo del hospital local recibió capacitación sobre medidas de prevención y control de infecciones y brindamos a las y los profesionales de la salud locales apoyo de salud mental. El mismo trabajo está en curso esta semana en Caracaraí, la tercera ciudad más grande del estado.

Fue la precariedad del sistema de salud lo que nos llevó a poner en marcha, en 2018, un proyecto para reforzar la atención en Boa Vista, abrumado por la llegada de un gran flujo de migrantes desde Venezuela.

El proyecto sigue activo, pero las demandas crecieron con la llegada de la pandemia. Paralelamente al trabajo para brindar apoyo al sistema de salud local, nuestro desempeño fue importante para permitir la apertura del hospital de campaña en Boa Vista que comenzó a operar en junio del año pasado, en un momento de gran sobrecarga para el sistema de salud local. Además, desde el inicio de la pandemia, promotores de la salud y equipos médicos realizan visitas a los lugares donde vive la población migrante para brindarles consejos en materia de higiene y distanciamiento físico.

La situación en Roraima y Rondônia es similar a la de muchos lugares del norte del país, donde existe una deficiencia histórica en la disponibilidad de recursos materiales y humanos en el campo médico.

“Tratamos de seguir de cerca la situación en la región. El hecho de contar con profesionales en el terreno nos permite trasladarnos rápidamente a una determinada zona en caso de que sea necesario iniciar un proyecto de emergencia para apoyar a los equipos de salud locales ”, explica Fábio Biolchini.

Amazonas

Nuestros equipos también mantienen presencia en el estado de Amazonas, donde la organización regresó a fines del año pasado cuando los casos de COVID-19 comenzaron a crecer con fuerza, provocando el colapso del sistema de salud y una grave crisis por escasez de oxígeno.

Hasta principios de marzo, trabajamos para reforzar la asistencia médica en la UPA José Rodrigues, adaptada para la atención de pacientes críticos con COVID-19. También estuvimos presentes en las áreas rurales. En São Gabriel da Cachoeira, las y los profesionales de la salud apoyaron las actividades en una unidad de atención para casos moderados, mientras que en Tefé hubo un refuerzo del personal médico del Hospital Regional, que amplió su capacidad para atender el creciente número de casos.

Después de colaborar con este refuerzo de la atención médica durante un período crítico de la segunda ola de la enfermedad, nuestro trabajo en Manaos ahora se centra en el apoyo psicológico al personal sanitario. Nuestro personal de psicología trabaja en el Hospital 28 de Agosto, el más grande de la capital de Amazonas, y en la UPA José Rodrigues.

“Nos dimos cuenta de que desde que pasó el pico de muertes en enero y febrero, la demanda de nuestros servicios ha crecido mucho”, explica nuestro gestor de salud mental, Álvaro Palha. “Las necesidades de apoyo psicológico tienden a surgir después de que se supera la fase más aguda de eventos muy graves, como las epidemias. Por eso es tan importante que mantengamos nuestra presencia en este momento”, explicó.

El trabajo de los psicólogos incluye la realización de consultas individuales y consultas grupales, además de la asistencia remota a los empleados que se encuentran fuera de funciones por motivos de salud. También se están realizando capacitaciones con equipos locales para que el trabajo pueda continuar.

La importancia de la prevención

Con el fuerte aumento en el número de casos y muertes por COVID-19 registradas en las últimas semanas en Brasil, hemos hecho hincapié en la urgente necesidad de reforzar las medidas preventivas. Como se espera que será necesario mantenerlas hasta que una parte importante de la población esté inmunizada, no es el momento de relajar las medidas de distanciamiento físico e higiene. Las acciones simples, como lavarse las manos, evitar el hacinamiento y usar mascarillas siguen siendo las formas más efectivas de detener el avance del nuevo coronavirus.

También es necesario adoptar de inmediato medidas colectivas para reducir la circulación de personas, garantizando al mismo tiempo los medios básicos de subsistencia de las personas más vulnerables para compensar la interrupción de actividades. De esta forma, reduciremos los contagios que pronto podrían provocar un aumento en el número de casos que tendrán que ser atendidos por un sistema de salud ya saturado.

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