La aplicación Antibiogo, que acaba de recibir el indicador de conformidad europeo, es decir, la certificación CE, funcionará desde este verano en varios laboratorios de nuestra organización. Esta novedosa herramienta de diagnóstico, desarrollada y probada por la Fundación MSF para responder a las necesidades de países de ingresos medios y bajos, estará disponible en forma de aplicación gratuita, sin conexión a Internet y descargable, y representa un importante avance para frenar la resistencia a los antibióticos, una de las principales amenazas para la salud pública.
Esta herramienta de diagnóstico facilita al personal de laboratorio no experto la medición e interpretación de los antibiogramas, la prueba que determina la sensibilidad de las bacterias a los distintos antibióticos. Esta prueba, que es esencial para poder prescribir antibióticos más eficaces a los pacientes, suele ser interpretada por microbiólogos, que no abundan en países de ingresos medios y bajos. La resistencia a los antimicrobianos, considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una importante amenaza para la salud pública, causó 1,27 millones de muertes en 2019. A partir de 2050 podría convertirse en la principal causa de mortalidad, ya que llegaría a causar 10 millones de muertes al año en todo el mundo si no se hace nada al respecto.
“Gracias a Antibiogo, todo el personal técnico de laboratorios de microbiología, de cualquier país de ingresos medios, podrá leer e interpretar un antibiograma directamente en su teléfono y conocer el nivel de resistencia de las bacterias responsables de la infección de los pacientes. Si se usa correctamente, se trata de una nueva y magnífica herramienta de diagnóstico que ayudará a garantizar un mayor acceso a pruebas bacteriológicas de alta calidad, incluso sin la presencia de microbiólogos. De este modo, no solo será posible tratar a los pacientes con antibióticos más adecuados, sino también reducir la resistencia a los antibióticos”, explica la Dra. Nada Malou, responsable del programa Antibiogo.
Por otra parte, la gran mayoría de las pruebas diagnósticas se desarrollan en países de ingreso alto, de acuerdo con la lógica del mercado, y luego, una vez que se han rentabilizado, se ponen a disposición de aquellos países con recursos limitados sin tener en cuenta la especificidad de sus contextos. “Antibiogo es novedosa porque se ha creado a partir de una necesidad identificada en países con recursos limitados, se ha desarrollado junto a los usuarios de dichos países y con sus datos, y se ha probado en las poblaciones que se van a beneficiar de ella. El modelo de desarrollo de este dispositivo médico es el contrario al que solemos observar, y responde a las necesidades reales que existen en países de ingresos medios y bajos”, añade la Dra. Nada Malou.
En países de ingresos altos, la prescripción de antibióticos resulta más fácil gracias a los sistemas automatizados de lectura e interpretación de antibiogramas y al conocimiento especializado del personal especializado en microbiología. Sin embargo, en países de ingresos medios y bajos que no disponen de estos costosos equipos ni de un número suficiente de microbiólogos clínicos, la identificación de la resistencia a los antibióticos es mucho más compleja o con frecuencia no existe.
Antibiogo cuenta con procesamiento de imágenes, tecnología de inteligencia artificial y un sistema experto actual. En la práctica, la aplicación permite al personal de laboratorio medir los diámetros de inhibición que figuran en los antibiogramas y, sobre todo, interpretar sus resultados, sin tener necesariamente conocimientos de microbiología.
En la práctica, los resultados muestran un nivel de concordancia muy elevado, que oscila entre el 90 % y el 98 % según las bacterias, cuando se comparan con la interpretación de microbiólogos cualificados.
La aplicación móvil Antibiogo, desarrollada por la Fundación MSF, se utilizará en primer lugar en nuestros laboratorios en Mali, la República Centroafricana, Jordania y Yemen, y posteriormente se ampliará su alcance.
A largo plazo, esta herramienta estará dirigida a trabajadores sanitarios de todos los países de ingreso medio y bajo. Una vez obtenida la certificación definitiva en 2023, la aplicación podrá ser descargada por todos los laboratorios de microbiología de países de ingresos medios y bajos.