¿Cómo contar de forma la realidad que viven más de 68,5 millones de personas en todo el mundo, que han tenido que huir de sus hogares a causa de la violencia y el conflicto, en el medio de un festival de música como el Lollapalooza?
Médicos Sin Fronteras (MSF) presentó en su stand en la zona Espíritu Verde una actividad lúdica e interactiva que presentaba a los asistentes al festival la oportunidad de realizar un recorrido guiado por 12 casilleros que representaban las principales instancias que atraviesan las personas que huyen de sus hogares como última opción para sobrevivir.
Al llegar al stand recibían una mochila, algo que cualquier persona buscaría en su casa para cargar sus pertenencias a lo largo del viaje en busca de un lugar más tranquilo donde vivir. Luego, debían elegir qué objetos se llevarían a lo largo de ese viaje, objetos con valor práctico y/o sentimental, y cargarlos en su mochila.
«Presentamos tres recorridos diferentes, cada uno inspirado en las historias reales que nos contaron nuestros pacientes en esos lugares del mundo, historias de huida y búsqueda de refugio», relató Carolina Heidenhain, Directora de Comunicación de MSF, y agregó «uno de los recorridos está inspirado en la realidad de una persona que huyó de Afganistán a causa del conflicto armado, migró a un país vecino, luego decidió irse Europa atravesando Libia y el Mar Mediterráneo; en otro de los recorridos se repasa la situación de una persona que huyó de Ituri, en Rep. Dem. del Congo hacia Uganda, huyendo de la violencia inter-étnica que estalló en diciembre de 2017; el tercer recorrido relata las instancias por las que pasaron más de 700.000 personas de la etnia rohingya que huyeron de Myanmar a Bangladesh alejándose de una campaña de violencia en su contra, a fines de 2017».
Las personas realizaban el recorrido elegido guiadas por trabajadores humanitarios o del staff de la oficina de Buenos Aires de MSF; los objetos que llevaban en su mochila se perdían o eran útiles en ciertos momentos del camino.
A lo largo de este «juego que no era un juego» los participantes podían hacer consultas, sacar conclusiones, reflexionar y empatizar con la realidad en la que viven hoy más de 68,5 millones de personas en todo el mundo, que han tenido que abandonar sus hogares a causa de la violencia o el conflicto.
¡Más de 440 personas realizaron la experiencia! Muchos de ellos dejaron sus datos para seguir en contacto.