La importancia de establecer los responsables de los bombardeos a hospitales
Desde 2015, cerca de un centenar de nuestras instalaciones médicas o que recibían apoyo por parte de nuestra organización han sido bombardeadas. La gran mayoría de estos ataques han tenido lugar en Siria aunque también en Yemen, Afganistán, Ucrania y Sudán.
Ante esta realidad, consideramos que es vital establecer los hechos y determinar quién es responsable de cada una de estas agresiones. Esto resulta esencial para que haya al menos alguna garantía de que las instalaciones civiles serán protegidas, seguirán proporcionando asistencia y se pueda exigir justicia y reparación. Sin embargo,
¿cómo pueden emprenderse acciones contra los responsables cuando estos niegan, cuestionan o minimizan su responsabilidad y describen sus ataques como simples errores?
Ante la impunidad, las investigaciones son vitales para denunciar
Poco podemos hacer contra los responsables de bombardear instalaciones, su personal médico y sus pacientes. Más allá de presentar una queja ante el tribunal del país pertinente, como organización podemos solicitar a la Comisión Internacional Humanitaria de Encuesta(CIHE, o IHFFC por sus siglas en inglés) una investigación independiente e imparcial. Se trata del único organismo permanente creado específicamente para investigar las violaciones del derecho internacional humanitario.
Para poder intervenir, el CIHE requiere el consentimiento de los involucrados. Activada tras el ataque aéreo del ejército estadounidense sobre nuestro hospital en Kunduz, en Afganistán, la Comisión no pudo iniciar una investigación porque Estados Unidos no dio su consentimiento.
Con demasiada frecuencia, la única reparación real a nuestro alcance es la denuncia pública de los perpetradores de los bombardeos con la esperanza de que el daño a su imagen los induzca a modificar sus prácticas.
Para ayudar a reconstruir la ‘escena del crimen’, las investigaciones recurren a fotografías no profesionales e imágenes de video que pueden resultar muy útiles para apoyar tales denuncias.
Utilizando la cartografía, el análisis de imágenes y los conocimientos jurídicos y arquitectónicos, la agencia de investigación Forensic Architecture recoge y analiza imágenes tomadas de un crimen cometido por un Estado para establecer los hechos y determinar quién es el responsable. Con este objetivo, pedimos a la agencia que examinara el ataque aéreo que tuvo lugar hace un año en el hospital Marat al Numan, en la provincia siria de Idlib.
Hospital Marat al Numan, Idlib, Siria: la investigación confirma los indicios sobre la responsabilidad de las fuerzas sirias y rusas.
El 15 de febrero de 2016, el hospital de Marat al Numan, apoyado por nuestra organización, fue alcanzado por varios misiles. 25 personas murieron, entre ellas, uno de nuestros trabajadores humanitarios y otras 11 resultaron heridas. Las víctimas fueron llevadas a otro hospital que fue atacado el mismo día.
Tras el ataque, Mego Terzian, nuestro presidente en Francia, señaló públicamente a la coalición ruso-siria de ser responsable de los ataques, una convicción basada en un análisis del contexto, de las fuerzas militares desplegadas y de los testimonios de civiles sirios presentes en el lugar. La acusación llevó a una cascada de reacciones de los gobiernos de Rusia y Siria, que oscilaban desde las negaciones a las acusaciones de espionaje. ¿En base a qué MSF acusaba a Rusia y Siria? ¿Cuán fiables eran las declaraciones de testigos utilizadas para apoyar sus alegatos?
El equipo de Forensic Architecture ha realizado una investigación basada en videos y fotografías circuladas en redes sociales y tomadas por personal médico, activistas y ciudadanos comunes. Este material ha sido autenticado y analizado para reconstruir el bombardeo. Si bien su investigación no proporciona evidencias tangibles, sí confirma los indicios sobre la responsabilidad de las fuerzas sirias y rusas en el bombardeo del hospital en Marat al Numan. Los aviones rusos y sirios que fueron vistos despegar de sus respectivas bases coinciden en tiempo y lugar con los ataques.
Además, el examen de las imágenes de video de uno de los aviones muestra su semejanza con el MiG-23, un avión que utiliza exclusivamente el Ejército sirio en el país. La investigación de Forensic Architecture confirma el uso de la estrategia militar de doble o triple golpe. Esta estrategia consiste en perpetrar un segundo o tercer ataque contra un lugar ya atacado entre 20 y 60 minutos antes, con el fin de sorprender a quienes acuden a ayudar a los heridos; en ocasiones, ese segundo ataque se realiza contra la estructura sanitaria a la que estén siendo trasladados los heridos del primer bombardeo.
Una clara ilustración de la persecución implacable de civiles y de organizaciones de ayuda en Siria.