Durante el mes de septiembre se declararon con pocos días de diferencia, varios brotes de cólera al sur de Níger. En colaboración con el Ministerio de Salud del país africano, los equipos de emergencia de Médicos Sin Fronteras (MSF) han tratado hasta la fecha a casi mil personas afectadas por la enfermedad. Hay que lamentar el fallecimiento de 20 personas desde el inicio de la epidemia que afecta ya a cinco distritos del país: Tamaske, Madaoua, Bouza Tahoua, Maradi, Madarounfa.
Tras la identificación de los primeros casos, la intervención de Médicos Sin Fronteras fue inmediata. “Es muy importante actuar rápido, identificar el foco de propagación, proceder a su limpieza con cloro, aislar a los pacientes y suministrarles el tratamiento adecuado” explica Luis Encinas, responsable de operaciones en la zona del Sahel para MSF. La inmediata actuación por parte de los equipos de emergencia es crucial, “una vez que se identifican los focos, se actúa para contener la propagación lo antes posible” apunta Encinas.
Especialistas en agua y saneamiento trabajan en la desinfección de las casas de los afectados por cólera, proveen a las comunidades cloro para tratar el agua y les instruyen en prácticas seguras para evitar la transmisión. “Al mismo tiempo que se ofrece tratamiento a los pacientes, nuestros equipos organizan campañas de sensibilización en las aldeas afectadas informando a la población sobre los síntomas de la enfermedad, para que acudan a los puntos de tratamiento tan pronto como los identifiquen” explica Encinas.
Actualmente MSF se dispone a cerrar las intervenciones en los dos puntos inicialmente identificados como focos de la epidemia, Kieta en el distrito de Tamaske y Tufanti en el distrito de Madaoua. La intervención se desplazó a otros dos focos detectados posteriormente en la localidad de Gradoumé del distrito de Bouza and Konni en el distrito de Tahaoua, que siguen constantemente monitorizados. La organización también está atendiendo brotes en el área de Maradi,y Madarounfa.
En Níger las epidemias de cólera aparecen de forma recurrente y con un carácter estacional. Vastas regiones del país africano son potencialmente vulnerables a estas epidemias, lo que preocupa a la organización ya que “es muy posible que nuevos brotes puedan aparecer en cualquier lugar y en cualquier momento” explica Cristian Casademont, técnico sanitario de MSF para Níger.
El cólera es una infección intestinal aguda que se transmite por ingestión de agua y alimentos que contienen la bacteria y por contaminación fecal-oral. En la mayoría de los casos la aparición de la epidemia se produce cuando las necesidades mínimas de agua potable y saneamiento no se cumplen. Causa diarrea severa y vómitos que pueden conducir a la muerte por deshidratación intensa, a veces en solo unas horas.
Médicos sin Fronteras cuenta desde el año 2013 con un equipo médico de urgencias para la zona del Sahel (EMUSA) que actúa de forma inmediata frente a casos de emergencias como el reciente brote de cólera en Níger. MSF trabaja en Níger desde 1985. Sus actividades se centran en mejorar el acceso a la salud para niños menores de cinco años y mujeres embarazadas a través de programas de prevención y tratamiento de la desnutrición. Los equipos de MSF gestionan programa nutricionales ambulatorios en 38 centros de salud de las regiones de Zinder, Maradi y Tahoua. De la misma manera, la organización proporciona asistencia hospitalarias a los pacientes de los centros nutricionales de los hospitales de Zinder, Magari, Madarounfa, Guidan, Roumadjim, Madaoua y Bouza.