Once personas han fallecido, entre ellas, cuatro embarazadas. Pedimos a todas las agencias humanitarias y de desarrollo presentes el país a intensificar el tamaño y la velocidad de sus esfuerzos para asegurar una respuesta efectiva al brote.
Desde septiembre de 2016, hemos tratado en la región de Salamat, en el sureste de Chad, a 885 pacientes con síntomas de ictericia aguda. Pero estas cifras han aumentado hasta alcanzar un promedio de 60 casos nuevos por semana. La ictericia, que comúnmente provoca una coloración amarillenta de la piel y los ojos, puede indicar que una persona tiene hepatitis E. A día de hoy, 70 pacientes presentan casos confirmados de hepatitis E (mediante prueba de diagnóstico rápida) mientras que otros 64 han sido hospitalizados. Once personas han fallecido, entre ellas, cuatro mujeres embarazadas.
La hepatitis E es una enfermedad causada por un virus que puede provocar insuficiencia hepática y la muerte. Es tratable pero no tiene cura, y se propaga principalmente a través de un saneamiento deficiente en las fuentes de agua.
Intervenir colectiva y constistentemente
“Pedimos a todas las agencias humanitarias y de desarrollo presentes en Chad a intensificar el tamaño y la velocidad de sus esfuerzos para asegurar una respuesta efectiva al brote de hepatitis E en Am Timan”, afirma Rolland Kaya, nuestro coordinador general en Chad. “Se necesitan más actores para implementar acciones preventivas incluyendo saneamiento de agua, especialmente cuando los casos se está incrementando en la región de Salamat, y no solo en la ciudad de Am Timan”.
Tras la identificación de los primeros casos de hepatitis E hace cinco meses, hemos pedido repetidas veces a otras organizaciones a responder de forma colectiva a la emergencia.
Hasta el momento, la escasa respuesta proporcionada por otros actores ha sido mínima en lo que se refiere a la cantidad, calidad y tiempo. Se requiere una intervención más consistentede forma urgente, especialmente en el área de agua y saneamiento. Sin una intensificación inmediata del apoyo de otras agencias y el gobierno de Chad, no podemos hacer frente a este creciente brote por nuestra cuenta.
«Como organización médica, no suele ser el trabajo de Médicos Sin Fronteras (MSF) intervenir a gran escala en las actividades de cloración de agua, pero sin otras opciones para ayudar a detener la propagación del virus, nos vemos obligados a cubrir este vacío», asegura Kaya.
«Una vez más, alentamos al Ministerio de Salud Pública de Chad a que declare la epidemia del actual brote de hepatitis E para permitir lanzar una respuesta adecuada».
Más de 600 personas de nuestros equipos han estado trabajando para detectar nuevos casos, tratar a pacientes y mejorar el suministro de agua y saneamiento en la ciudad de Am Timan, incluyendo la cloración en las torres de agua de la ciudad. La cloración es una parte fundamental en la respuesta de emergencia para prevenir brotes de enfermedades transmitidas por el agua como la hepatitis E.
Además de la respuesta médica en el hospital de Am Timan, hemos lanzado una campaña de cloración de recipientes en los 72 puntos de abastecimiento de agua dentro de la ciudad de Am Timan, y estamos organizando sesiones educativas para explicar la importancia de lavarse las manos con jabón y usar agua clorada de los puntos de agua indicados.
Trabajamos en Chad desde 1981. Antes del brote actual de hepatitis E, gestionábamos programas médicos regulares en Am Timan y en Moissala. A principios de 2016, pusimos en marcha una respuesta nutricional de emergencia en Bokoro donde, en colaboración con el Ministerio de Salud, gestionamos 15 clínicas móviles y un centro de nutrición terapéutica intensiva en el hospital de Bokoro para tratar a niños con desnutrición. Impulsamos una respuesta de emergencia en marzo de 2015 en la región del Lago Chad para personas desplazadas por la violencia de Boko Haram. Los equipos que se encuentran en Baga Sola y Bol continúan proporcionando asistencia a las personas en lago Chad.