A Kisto Devil le gusta cantar. Lleva más de diez años usando su voz para transmitir mensajes sobre salud a su comunidad. Kisto es una activista social de salud autorizada (o ASHA, por sus siglas en inglés) por el Gobierno de India que trabaja sin parar para hacer llegar sus mensajes a centenares de personas a través de su música.
Las ASHA, que significa esperanza en hindi, son mujeres nombradas, formadas y autorizadas por el Ministerio de Salud y Bienestar Familiar de India para ejecutar evaluaciones sanitarias y derivaciones de pacientes enfermos a nivel comunitario a los centros de salud del gobierno más cercanos. Se encargan de detectar y derivar a aquellas personas que necesitan recibir inmunización, revisión médica o tratamiento, y se sitúan en primera línea del servicio sanitario comunitario en nombre del gobierno. Normalmente hay una ASHA por cada 1.000 habitantes.
“Nosotras no somos paramédicas ni especialistas, pero conocemos las enfermedades que afectan a esta región. Por ejemplo, lo sabemos todo acerca de la enfermedad kala azar”, declara Kisto.
Kala azar, una enfermedad tropical olvidada
Prácticamente desconocida en los países desarrollados, la leishmaniosis es una enfermedad parasitaria transmitida por un agente portador que actualmente afecta a 12 millones de personas de todo el mundo. La leishmaniosis visceral o kala azar es una forma de leishmaniasis que prevalece principalmente en seis países: Bangladesh, Brasil, Etiopía, India, Sudán del Sur y Sudán.
Transmitida mediante la picada de la mosca de la arena, esta enfermedad normalmente afecta a aquellas poblaciones que disponen de menos recursos. Kala azar debilita el sistema inmunitario y hace que las personas infectadas sean más propensas a desarrollar infecciones. Si no se trata, es, casi siempre, una enfermedad mortal.
Vaishali es uno de los distritos de Bihar donde la endemia tiene mayor repercusión. De hecho, alrededor del 90% de los casos de kala azar en India se desarrollan en el estado de Bihar, que es uno de los más pobres, con una población que supera los 100 millones de habitantes.
Al tratarse de la zona más endémica, con mayor densidad de población y con unos recursos escasos, Médicos Sin Fronteras (MSF) empezó a intervenir en Bihar mediante un programa de tratamiento contra la enfermedad en 2007. MSF consiguió dirigir un centro de 50 camas contra el kala azar, prestó su apoyo a cinco centros de atención primaria en Vaishali y ya ha tratado a más de 12.000 pacientes con kala azar, sin coste alguno. Además de llevar a cabo sesiones de concienciación para asegurar un diagnóstico y tratamiento rápidos para los pacientes, MSF colabora con agencias del gobierno para garantizar que el tratamiento no solo sea afectivo, sino gratuito para todo el mundo.
Canciones para recordar
Para apoyar el trabajo de MSF, Kisto Devi hace lo que mejor sabe: compone canciones sobre kala azar con melodías que recuerdan a los ritmos de Bollywood de los ochenta o los noventa. Habla sobre todo lo que hay que saber acerca de la enfermedad: los síntomas, el modo de transmisión y el tratamiento.
Mientras Kisto Devi canta, señala las paredes de barro, los búfalos y el polvo de los establos para mostrar a la gente el hábitat de la mosca de la arena.
“Es una forma muy práctica para concienciar a la gente sobre el kala azar, pues los carteles, documentos u otros medios a veces son difíciles de entender”, dice Chhavi Kumar, una promotora de salud de MSF.
Kisto ha dedicado su vida al trabajo comunitario. MSF le proporcionó formación y conoce muy bien el trabajo que la organización ha hecho en Bihar durante los últimos ocho años. Las ASHA como Kisto no solo se centran en el kala azar, sino que también llevan a cabo una serie de evaluaciones y derivaciones: ayudan a las mujeres embarazadas a buscar un centro donde dar a luz, garantizan la administración de vacunas a niños en el momento oportuno, identifican a pacientes con enfermedades infecciosas como la tuberculosis y ayudan a sensibilizar en temas de salud pública, higiene y saneamiento y en las formas de acceder a tratamiento y cuidado adecuados.
«He conocido a muchas personas que han sufrido kala azar que no sabían que tenían la enfermedad. Algunos pensaban que era la malaria. Ayudo a la gente a identificar los síntomas correctamente y a decirles qué deben hacer«, dice Kisto. «Me gusta cantar para ellos’‘, añade con una sonrisa.