El ciclón Freddy se erige como uno de los ciclones de mayor duración jamás registrados por las estaciones meteorológicas. Debido a sus atroces consecuencias sobre el continente africano, es considerado un fenómeno natural que encierra una brutalidad y una fortaleza pocas veces vista.
Su impacto en las regiones de Madagascar, Mozambique y Malaui no solo ha provocado la muerte de cientos de miles de personas, sino que también ha dejado un sinfín de sobrevivientes heridos sin posibilidades de acceder a la atención médica.
Malaui ha sido el último territorio que ha recibido el duro golpe de Freddy. Los estragos que se exhiben en múltiples distritos y la destrucción total de la infraestructura sanitaria local limitan el alcance de los servicios médicos, lo que ocasiona una demanda de asistencia que crece sin descanso.
Frente a este temible escenario, nuestros equipos médicos trabajan en la zona para garantizar el acceso a la salud y cubrir las necesidades más urgentes que atraviesan las víctimas del desastre.
Brindamos atención médica a las poblaciones aisladas tras el ciclón Freddy
Una semana después de que este brutal tifón azotara el sur de Malaui entre el 12 y el 14 de marzo, algunos distritos y sus habitantes todavía resienten la destrucción.
Las carreteras, los puentes y la infraestructura eléctrica y sanitaria de la región han sufrido graves daños. Freddy es uno de los fenómenos más mortíferos en la historia climática de Malaui registrados hasta la fecha.
“Pueblos enteros se han visto envueltos por deslizamientos de tierra y lodo, inundaciones repentinas causadas por lluvias torrenciales han arrasado con casas, carreteras y puentes”, afirma Rasmane Kabore, coordinador de emergencias de nuestra organización en Malaui.
“Decenas de miles de personas en algunos de los distritos del sur del país ahora se encuentran sin acceso a los centros de salud, que han quedado destruidos o ya no son accesibles debido al impacto del ciclón en las redes de carreteras”, sostuvo.
Tras el desastre, hemos estado respondiendo a las necesidades médicas y humanitarias en la ciudad de Blantyre y sus alrededores, donde hemos estado proporcionando detección y tratamiento para el cáncer cervicouterino desde 2018.
“Nuestros equipos apoyaron al Hospital Central Queen Elizabeth de Blantyre mediante la donación de suministros médicos y la asignación de personal para tratar a las personas heridas y realizar cirugías ortopédicas”, explica Guilherme Botelho, nuestro coordinador de proyectos de emergencia en la región.
“Después de visitar algunos de los campos en el distrito de Blantyre, ubicados principalmente en edificios municipales como escuelas, estamos proporcionando agua potable y cloro, rehabilitando redes de agua, vaciando letrinas y distribuyendo artículos no alimentarios como mantas, leña y utensilios de cocina”, añade.
Al parecer, se han establecido unos 50 campos alrededor de la ciudad con un número de personas desplazadas que oscila entre una docena y más de 2.500. Continuaremos brindando apoyo y evaluando las necesidades médicas y no médicas de los campos más poblados.
Ampliamos nuestra asistencia humanitaria a los distritos más golpeados
Después de llevar a cabo una serie de misiones de evaluación, nuestros equipos comenzaron a responder en Phalombe, Mulanje, Chikwawa y Nsanje, algunos de los distritos más afectados.
Los distritos del sureste de Phalombe y Mulanje están ubicados al pie de la montaña Mulanje, que, después de una temporada de lluvias ya prolífica, fue golpeada por las fuertes lluvias de Freddy provocando poderosos deslizamientos de tierra y desprendimientos de rocas.
En Phalombe, nuestros equipos visitaron tres instalaciones de salud, incluyendo el centro de salud pública de Nkhulambe, que ahora está lleno de escombros, lodo y enormes rocas, lo que dejó a unas 54.000 personas en las inmediaciones casi sin acceso a la atención médica.
“Esta área está completamente aislada de la población en general. Planificaremos los próximos pasos para que podamos responder a las necesidades de la población y ayudarles a recuperar cuanto antes el acceso a la atención médica, igual que los servicios ambulatorios generales y la derivación de urgencias médicas o quirúrgicas”, explica Robert Wellemu, coordinador médico de apoyo de nuestros equipos.
Nuestra organización, junto al Ministerio de Salud de Malaui y otros socios humanitarios, tiene como objetivo restaurar rápidamente el acceso a los servicios de salud esenciales en Nkhulambe mediante la creación de un puesto de salud avanzado. Uno de nuestros equipos está en camino con personal médico y logístico junto con suministros médicos.
Más al sur, en una respuesta coordinada por el Ministerio de Salud, estamos intentando llegar a las zonas prioritarias de Ngabu, en el distrito de Chikwawa, a medio camino entre Blantyre y Nsanje, así como a las ciudades de Makhanga, Osiyana y Sankhulani en el distrito de Nsanje, todos ellos fronterizos con Mozambique.
El acceso a estas zonas es extremadamente difícil debido a las redes de carreteras dañadas o inundadas, lo que deja a los centros de salud mal abastecidos y a las poblaciones sin acceso a los servicios médicos.
El objetivo es llegar a todas estas áreas antes de que finalice la semana para realizar una evaluación detallada y responder a las necesidades médicas inmediatas. Estamos especialmente atentos a un posible aumento del número de personas afectadas por el cólera en esta zona.
Seguimos respondiendo a las demandas de asistencia sanitaria en Malaui
Los distritos afectados por el ciclón Freddy son Balaka, la Ciudad de Blantyre, Distrito de Blantyre, Chikwawa, Chiradzulu, Machinga, Mangochi, Mulanje, Neno, Nsanje, Phalombe, Thyolo, Ciudad de Zomba y Distrito de Zomba.
Un informe del Departamento de Asuntos de Gestión de Desastres de Malaui publicado el 21 de marzo, decía que las víctimas habían aumentado a 507 muertes, 1.332 personas heridas y 537 desaparecidas. El informe agregó que el número de personas desplazadas ascendía a 553.614 con 543 campos, la mayoría en escuelas, para alojarles.
Desde nuestra organización, trabajamos ininterrumpidamente en la región para cubrir las demandas de asistencia médica hospitalaria y garantizar el acceso a los artículos de primera necesidad a todas las víctimas del desastre.