Freetown, la capital de Sierra Leona, se enfrenta a un brote de cólera que ya ha afectado a más de 1.500 personas y hasta el momento ha causado 17 muertes. Médicos Sin Fronteras (MSF), en colaboración con el Ministerio de Salud, gestiona tres centros de tratamiento de cólera en la ciudad y ha tratado a más de 500 pacientes.
Las malas condiciones de agua y saneamiento en los barrios marginales de Freetown fomentan la propagación de la enfermedad y el número de personas infectadas crece cada día. MSF prevé tener dos centros adicionales de tratamiento totalmente operativos en los próximos días.
Estamos actuando rápido para aumentar nuestra capacidad y poder ocuparnos de los nuevos casos que van a llegar, explica Karen Van den Brande, coordinadora general de MSF en Sierra Leona. Nuestros centros de tratamiento de cólera han llegado al máximo de su capacidad. Tenemos pacientes de todas las edades, así que no solo se trata de niños o personas que ya están débiles y forman parte de la población de riesgo.
Muchos de los pacientes proceden de barrios donde los sistemas de drenaje y eliminación de residuos son muy precarios, dejando a la gente todavía más expuesta a las enfermedades transmitidas por el agua como el cólera. La capital está densamente poblada y se extiende por la ladera de una montaña hasta el mar. Muchos barrios marginales se encuentran justo a pie de playa, donde desembocan todas las aguas residuales de la ciudad.
Las condiciones de vida en esto barrios son terreno abonado para el cólera. Ves a niños jugando con basura y bañándose en aguas residuales contaminadas. El sistema central de suministro de agua no funciona y muchas fuentes están contaminadas. El riesgo de que la enfermedad se propague en estos lugares es realmente alto, a menos que se tomen precauciones rigurosas, declara Karen Van den Brande.
Prevención y tratamiento
MSF, en colaboración con el Ministerio de Salud de Sierra Leona, está difundiendo mensajes de promoción de la salud entre la población para evitar la propagación de la enfermedad. Las principales medidas son lavarse las manos adecuadamente, utilizar solo agua hervida, asegurarse de que los alimentos han sido cocinados o lavados adecuadamente antes de consumirlos. Los mensajes también incluyen información sobre cómo y dónde buscar ayuda en caso necesario.
Es crucial que la gente sepa que tiene que buscar ayuda médica de inmediato si tiene síntomas. Sin asistencia, un enfermo puede morir en 20 horas. Algunos pacientes están tan deshidratados que llegan en coma, concluye Van den Brande.
Con la apertura de dos centros de tratamiento de cólera adicionales en Freetown, el número total de camas pasará de las 90 actuales a un máximo de 200. MSF ha respondido a otros brotes de cólera en Freetown en 2006-2007, 1995 y 1986. En 2011, la organización admitió a más de 130.000 pacientes en sus centros de tratamiento de cólera en todo el mundo.