Dentro de la campaña de vacunación en diversas zonas del este de la República Democrática del Congo (RDC), el equipo de la unidad de emergencia de Médicos Sin Fronteras (MSF) en la zona de Kivu Sur acabó la semana pasada la campaña de vacunación en el distrito de Minova y llegó a casi 38.000 niños y jóvenes de entre 6 meses y 15 años. La vacunación prosigue ahora en el vecino distrito de Kalonge.
La campaña de inmunización tuvo lugar durante unas tres semanas, entre el 27 de junio y el 16 de julio en cuatro áreas de salud (Lumbishi, Numbi, Tushunguti y Shanje) en los alrededores montañosos de la localidad de Minova, los llamados Hauts Plateaux. Los desplazamientos en ese entorno son a menudo muy complicados y solo se puede llegar a pie o como mucho en motocicleta, lo cual complica la necesaria cadena de frío para la preservación de las vacunas a administrar. Varios grupos armados están activos en la zona y los choques armados complican aún más el acceso a puntos remotos.
A pesar de que el objetivo era vacunar a 25.000 personas, el número final fue de casi 38.000 personas. Esta diferencia se debe sobre todo la falta de datos fiables sobre la población establecida en diversas zonas del país, así como la llegada a los puestos de vacunación de personas de áreas vecinas en principio ajenas a la campaña.
Casi dos tercios de la población vacunada (23.257 de un total de 37.852 personas) eran niños de menos de cinco años. Más de la mitad de ellos (casi 15.000) pasaron por una prueba básica de desnutrición conocida como MUAC, que consiste en medir el perímetro de su brazo, y casi 500 de los pequeños presentaban algún grado de desnutrición.
El equipo de emergencias se ha desplazado ahora a la cercana área de Kalonge, también en Kivu Sur, para proseguir la vacunación y ahí se espera inmunizar al menos a 65.000 personas más en las próximas dos semanas.
Los equipos de MSF han intervenido regularmente para ayudar a inmunizar a la población, pero la inmunización rutinaria no está lo bastante extendida como para impedir nuevos brotes. A finales de 2012, uno de estos brotes de sarampión afectó a más de 700 niños en el distrito de Bunyakiri, vecino de Minova.
El sarampión puede ser mortal en los niños si no se trata, pero es muy fácil de evitar mediante la vacunación. Es una enfermedad extremadamente contagiosa que puede causar complicaciones como neumonía, desnutrición, deshidratación severa, infecciones del oído e infecciones oculares que pueden incluso llevar a la ceguera. Las tasas de mortalidad varían considerablemente en función del contexto, pero cuando una población no ha sido vacunada, el sarampión puede acabar con la vida de entre un 1 y un 15% de los niños afectados.
Desde hace décadas la RDC ha sido escenario de epidemias de sarampión con un resurgimiento importante de la enfermedad desde el año 2010. Un estudio realizado por Epicentre, el centro de investigación epidemiológica de MSF, indica que entre 2010 y 2013 se registraron en RDC casi 300.000 casos (casi dos tercios de ellos, de menores de 5 años) y que algo más de 5.000 pacientes (1,7% del total) perdieron la vida. Según el informe, los casos descendieron en más de un 20% tras las primeras campañas de vacunación.