El 20 de junio, Día Mundial del Refugiado, destacamos que el número total de personas refugiadas en todo el mundo creció a un récord del 35% para alcanzar los 35.3 millones a finales del 2022. Este alarmante porcentaje merece una adecuada preocupación internacional.
Conflictos recientes como la Guerra en Ucrania o los graves enfrentamientos en Sudán, son algunas de las principales razones de esta problemática cifra que ya venía aumentando con los incesantes movimientos de población que se evidencian en el Mar Mediterráneo y en otras tantas regiones.
Según informa el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), a fines de 2022 108.4 millones de personas alrededor del planeta fueron forzadas a huir de sus hogares debido a la persecución, los conflictos, la violencia, las violaciones de los derechos humanos y los acontecimientos que perturban gravemente el orden público.
Buscar asilo en territorio extranjero es un derecho humano fundamental que debe ser garantizado para todas las personas. En su fecha conmemorativa, resaltamos la importancia de asegurar la protección y la atención humanitaria digna de todas aquellas personas que han abandonado sus hogares a causa de las realidades atemorizantes que atraviesan.
¿Por qué el 20 de junio es el Día Mundial de los Refugiados?
El 20 de junio fue establecido como el Día Mundial de los Refugiados en honor a las personas que se han visto forzosamente desplazadas de sus hogares, motivadas por necesidades extremas.
A nivel internacional, se homenajeó por primera vez a las personas refugiadas el 20 de junio de 2001, en conmemoración del 50 aniversario de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 donde se describe la protección legal, los derechos y la asistencia que un refugiado debe recibir.
¿Quién es una persona refugiada?
De acuerdo a la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, una persona refugiada es aquella que, por temor a ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentra fuera de su país de origen o residencia habitual y no puede o no desea acogerse a la protección de dicho país a causa de sus miedos fundados.
En la misma línea, se encuentran las personas solicitantes de asilo. Éstas piden su admisión en un país como personas refugiadas y esperan una decisión para obtener dicho status, de acuerdo con los instrumentos nacionales e internacionales aplicables.
En caso de que la decisión sea negativa, deben abandonar el país; pueden ser expulsadas, como cualquier otro extranjero en situación irregular, a menos que se les permita permanecer en base a consideraciones de carácter humanitario o por otras razones.
A su vez, y de acuerdo a las razones enumeradas, una persona refugiada se distingue de una persona migrante. A diferencia de la primera, la persona migrante es aquella que decide migrar razones de conveniencia personal y sin intervención de factores externos que la obliguen a ello.
¿Cuáles son las causas por las que las personas refugiadas huyen de su residencia habitual?
Las personas refugiadas escapan de sus hogares debido a los peligros y situaciones temibles que allí experimentan:
- Conflictos bélicos violentos
- Enfrentamientos entre grupos rebeldes y tropas gubernamentales
- Persecuciones o amenazas a la vida o a la libertad por razones de etnia, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas
Por tales motivos, se debe garantizar que no sean deportadas ni devueltas a contextos en los que corren grave peligro. Las personas refugiadas requieren de protección inmediata debido a los riesgos y amenazas que enfrentan en su país natal.
Datos y cifras sobre las personas refugiadas
De acuerdo al último informe publicado por ACNUR, el número de personas desplazadas por la fuerza creció un 21% respecto al año anterior, lo que representó un estimado de 108.4 millones para finales de año.
En 2022, 1 de cada 74 personas en el mundo se vio obligado a huir de sus hogares. A fines del año pasado se registraron:
- 35.3 millones de personas refugiadas (41% del total son menores de 18 años)
- 62.5 millones de personas desplazadas internas debido a conflictos y violencia
- 5.4 millones de solicitantes de asilo
Los países de renta baja y media acogieron al 76% de las personas refugiadas. A su vez, el 70% de la población refugiada ha huido a los países vecinos a su país de origen.
En esta línea, ACNUR ha revelado que Turquía, Irán, Colombia, Alemania y Pakistán son las principales regiones que han acogido a la mayor cantidad de población desplazada.
¿Cómo asiste Médicos Sin Fronteras a las personas refugiadas?
Nuestra organización trabaja con poblaciones en movimiento a lo largo del mundo, realizando actividades médico-humanitarias en los lugares de origen, en las principales rutas migratorias y en los campos de desplazados y refugiados.
Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, hemos atestiguado la inmensa cantidad de personas desplazadas internamente como de personas refugiadas que huyeron del país hacia países vecinos en búsqueda de seguridad y protección.
A raíz del conflicto bélico que se ha gestado en la región, contamos actualmente con equipos médicos desplegados en 12 ciudades del país para asistir a la población con suministros, abrigo y artículos de higiene. A su vez, brindamos servicios de atención en salud mental en nuestras clínicas móviles.
De igual modo, continuamos con nuestras actividades de búsqueda y rescate en el mar Mediterráneo Central a bordo del Geo Barents. Desde 2021, hemos asistido a 5786 personas que emprenden una de las rutas marítima más mortíferas del mundo para escapar de las torturas y persecuciones que experimentan en sus países de origen, y alcanzar un futuro mejor.
Actualmente, somos el único actor independiente que proporciona ayuda a las personas migrantes y refugiadas que llegan a la isla de Lesbos, en Grecia. Allí también denunciamos la violencia y reclamamos la apertura de investigaciones de las denuncias sobre personas refugiadas devueltas a la fuerza al mar.
Análogamente, dado el recrudecimiento de crisis migratoria en México y América Central pese a la cancelación del Título 42, cientos de miles de personas se arriesgan diariamente a cruzar rutas largas y peligrosas para salvar su vida.
Frente a ello, hemos desplegado intervenciones con actividades médico-humanitarias para mejorar la salud física y psicoemocional de las personas que transitan por las zonas fronterizas y se adentran en aquellas rutas migratorias.
Asimismo, nuestra organización está trabajando en proyectos en tres países africanos afectados por conflictos violentos entre grupos rebeldes y tropas gubernamentales que han obligado a que sus poblaciones se movilicen internamente en busca de un lugar seguro y con mejores condiciones para vivir:
En dichas regiones no sólo brindamos ayuda médica y psicosocial, sino que también construimos letrinas, instalamos puntos de agua y entregamos artículos básicos de higiene para paliar las circunstancias vulnerables en las que viven cientos de personas desplazadas, principalmente niños, niñas menores de 10 años.
Continuamos trabajando por los derechos de las personas refugiadas
Buscar refugio es un derecho para todas las personas y en todas partes del mundo.
Como organización humanitaria, instamos a los organismos internacionales y regionales a continuar trabajando para garantizar soluciones a largo plazo que respeten los derechos humanos fundamentales de las personas refugiadas y promuevan espacios seguros para ellas en los puedan construir una vida mejor, libre de temores.